Comicios y Covid: la gestión de la pandemia en un ‘superaño’ electoral
● Angela Merkel no es candidata por primera vez en 15 años
La gestión del Covid tiene en Alemania una variable extra que añade incertidumbre y complejidad: el actual superaño electoral, que culminará en las generales de septiembre, las primeras en 15 años sin Angela Merkel como candidata conservadora.
Cada decisión sobre las restricciones, sobre la campaña de vacunación se toma –y se cuestiona– desde el ángulo sanitario, social y económico, pero también, cada vez más, desde el electoral. Esto va a ser evidente cuando se reúnan para hablar de restricciones el día 3 Merkel y los jefes de Gobierno de los 16 estados federados.
Hay mucho en juego. En los próximos ocho meses van a tener lugar comicios en seis de los 16
länder –entre ellos, Berlín– y se van a celebrar varias elecciones locales además de las parlamentarias. Los cambios de equilibrios y coaliciones puede tener importantes consecuencias en Alemania y más allá.
“Por supuesto que la pandemia va a copar la campaña”, asegura a Efe el jefe del departamento de Investigación Política y Social del instituto demoscópico Forsa, Peter Matuschek, que subraya que, según sus encuestas diarias, el coronavirus es el tema principal para la inmensa mayoría de los alemanes desde hace un año, algo que no sucedía “desde el 11 de septiembre”.
El profesor de la Universidad Libre de Berlín e investigador en el Centro Científico de Investigaciones Sociales de Berlín (WZB), Heiko Giebler, explica a Efe que los partidos pueden, a raíz de la pandemia, sacar otros propios temas a colación, como sus proyectos de recuperación económica, las ayudas y sus destinatarios, la educación y la digitalización.
Pese al riesgo de monopolización del discurso, Matuschek no cree que los comicios vayan a convertirse en un plebiscito a la gestión de la pandemia por el Gobierno, una gran coalición de conservadores y socialdemócratas.
Giebler ve cierto riesgo de que las elecciones miren mucho “hacia el pasado” y advierte que esto podría llegar a ser “problemático”
porque los sondeos indican que todos las coaliciones posibles tendrán que contar con al menos uno de los dos partidos que comparten ahora el Ejecutivo.
El principal factor de incertidumbre no va a ser tanto la pandemia y su gestión como el candidato que presenten los conservadores –aún sin decidir–, apuntan ambos expertos.
Le siguen las regionales previas a las generales, cuyos resultados podrían inf luir en las nacionales, y sólo después se encuentra la gestión de la pandemia.
“Si no se produce una catástrofe, la gestión de la pandemia no va a suponer un factor de riesgo para el sentimiento político”, señala Matuschek, que apunta que el coronavirus puede afectar a los comicios vía participación electoral o voto por correo. Los alemanes apoyan de forma mayoritaria las restricciones, agrega.
La clase política, sin embargo, no parece tan segura. Muchos observadores están tachando de partidistas algunas de las decisiones que se están tomando en el ámbito nacional, pero especialmente en el regional.
Los gobernados por el Partido Socialdemócrata (SPD) están desarrollando una estrategia propia de desescalada y enviado una carta crítica al ministro de Sanidad, el conservador Jens Spahn, por la campaña de vacunación. La misiva la encabezó su candidato para las generales, Olaf Scholz.
Baden-Württemberg, con elecciones el 14 de marzo, ha avanzado una primera relajación de las restricciones cuando sus cifras no acompañan.
Muy cuestionado ha sido también el anuncio de la canciller de que todos los alemanes recibirán la opción de vacunarse como tarde “el 21 de septiembre”. A tan sólo cinco días de las generales.
Matuschek y Giebler coinciden sin embargo en considerar que el Gobierno federal está actuando de forma eminentemente apartidista, basándose en lo que aconsejan los expertos; mientras que detectan, en palabras del primero, algo más de “arbitrariedad” en los estados federados.
Se perciben no obstante movimientos inusuales. Merkel ha concedido en las últimas semanas cuatro entrevistas televisadas –al margen de las ruedas de prensa tras cada reunión sobre el Covid y otras comparecencias– para hablar de las restricciones y la campaña de vacunación, una frecuencia de comparecencias ante la ciudadanía que hacía años que no se veía.
Varios expertos coinciden en que el Gobierno federal está actuando de forma apartidista