Acabar con la brecha de género laboral elevaría el PIB en 230.847 millones
● Esta cifra supone el 18,5% del Producto Interior Bruto de nuestro país, según un informe de la plataforma ClosinGap ● España tardará 35 años en alcanzar la paridad con el ritmo actual
Eliminar la brecha de género en el empleo tendría un impacto económico de 230.847 millones de euros, representativos del 18,5% del PIB de 2019, según un informe de la plataforma ClosinGap elaborado y presentado ayer por la consultora PwC.
Según el estudio, el índice ClosinGap se sitúa en el 64,1%, de forma que aún queda un 35,9% de brecha de género por cerrar, una distancia que se ha estrechado cuatro puntos en el último lustro, lo que supone que al ritmo actual España tardará 35 años en alcanzar la paridad.
Este potencial incremento económico vendría acompañado por la creación de hasta 3,2 millones de empleos femeninos.
Ello supondría un crecimiento del valor añadido, un aumento del consumo y un mayor emprendimiento femenino tirando así de la formación bruta de capital y de la internacionalización, explicó en la presentación la directora de Consultoría Estratégica y Económica de PwC, Anna Merino.
La consecuencia de no cerrar esa brecha, añade el informe, es que las mujeres sólo contribuyen a un 41,5% del PIB, mientras que representan algo más de la mitad de la población en edad de trabajar.
“La paridad es un tema de justicia y equidad pero también un problema de recuperación económica”, aseguró el socio responsable de Mercados de PwC, Manuel Martín Espada, un argumento en el que coincidió la directora de Operaciones para Europa de Merck y presidenta del Comité Ejecutivo de ClosinGap, Ana Polanco.
“Tenemos 18,5 puntos de PIB por ganar”, destacó Polanco, quien instó a aprovechar la “oportunidad” que representará la recuperación tras la pandemia para impulsar medidas desde el ámbito público y privado con el objetivo de cerrar esta desigualdad.
La brecha varía entre las cinco categorías del índice, siendo menor la de salud y bienestar (84,5%), seguida por la de la digitalización (71,3%), la educación (67,9%), el empleo (65%) y, por último, la de la conciliación (44%).
En la de empleo, la desigualdad tiene raíz en la tardía incorporación de la mujer a la fuerza laboral, discriminación en la contratación, salarios más bajos de media, mayor proporción de empleo a tiempo parcial por motivos de conciliación y sobrerrepresentación en sectores económicos más precarios.
Si se equiparase la participación laboral de las mujeres a la de los hombres, el PIB español podría aumentar un 10,1%, tasa a la que se sumaría otro 7,5% si las horas trabajadas también fuesen las mismas, y otro 1% si se igualase la distribución sectorial del empleo femenino al masculino.
“En el empleo, la mujer sufre una doble penalización: por mujer y por madre”, explicó la fundadora de Mujeres en Economía, Isabel Álvarez, ya que la llegada de hijos hace que la brecha no solo no se reduzca, sino que se incremente.
Álvarez destacó también la práctica ausencia de mujeres en puestos de responsabilidad, lo que afecta a la brecha salarial.