Segunda derrota consecutiva del Algeciras
● El equipo algecirista cae en el campo del Cádiz B tras sufrir un penalti antes del descanso
El Algeciras se cae. El colíder, que este domingo perderá irremediablemente este privilegio, viene cayéndose poco a poco desde hace tiempo con resultados y, sobre todo, con sensaciones. Por encima de ocasiones de gol que antes entraban, de penaltis que ahora sí te pitan y del cúmulo de circunstancias que rodean a un partido, el Algeciras CF ha dejado de ser el equipo que muchos se empeñan en seguir viendo. La derrota sufrida en El Rosal ante el Cádiz B (2-0), la segunda consecutiva de la temporada, deja sin margen de error a los de Salva Ballesta en sus tres últimos duelos de la primera fase. Si el Algeciras quiere acabar entre los tres primeros del grupo IV-A de la Segunda B pasa por aprovechar la bola extra del miércoles en el aplazado ante Las Palmas Atlético. No queda otra. Es el clavo ardiendo.
El Algeciras se ha estancado con 26 puntos en una segunda vuelta que ya es deficitaria. Dos puntos de los últimos doce y una sola victoria en 2021. Es la paupérrima estadística que ha consumido todo el colchón trabajado en la primera vuelta. Los albirrojos van a seguir dependiendo de sí mismos pase lo que pase este domingo pero cabe la posibilidad de que abandonen las plazas de ascenso. El algecirismo pondrá sus ojos a partir de las 12:00 en el Balona-San Fernando y el Tamaraceite-Sanluqueño. Se acabó el no mirar hacia atrás.
El tropiezo en Cádiz pone al Algeciras en el filo de la navaja, en un límite desconocido para este vestuario que se había acostumbrado a jugar con el viento a favor y no encuentra respuesta para reponerse a un mal momento. Por apoyo no será porque lo de la afición algecirista esta campaña está siendo para quitarse el sombrero, con y sin público en las gradas, con constantes muestras de cariño. Sin ir más lejos, un grupo de valientes esperaba pancarta en manos al autocar del equipo en los aledaños de El Rosal bajo un aguacero. Nada más se le puede pedir a esta hinchada. Ahora es cosa de