El fin de la inmunidad de Puigdemont enfada a ERC y agita al Gobierno
● El Parlamento Europeo acepta el suplicatorio del ex presidente de la Generalitat con la oposición de Unidas Podemos ● Rufián recuerda a Sánchez que su respaldo le resulta vital
El levantamiento de la inmunidad a Carles Puigdemont, paso previo y necesario para que pueda ser juzgado en España, ha reavivado la fractura entre el PSOE y Unidas Podemos sobre la cuestión catalana y ha abierto una brecha con ERC, que alerta de su “cansancio” ante la falta de pasos hacia el diálogo por parte del Ejecutivo.
El Pleno del Parlamento Europeo retiró ayer la inmunidad al ex presidente de la Generalitat Carles Puigdemont y de los también eurodiputados Toni Comín y Clara Ponsatí, como pedía la Justicia española, decisión a la que se ha opuesto Unidas Podemos.
El Grupo Popular y la mayoría de los socialdemócratas, liberales y conservadores han votado a favor, aunque el resultado del suplicatorio ha sido menos holgado
Montero quita hierro a la nueva fractura con sus socios de coalición por este asunto
que la mayoría de los que se solicitan en la Eurocámara.
El apoyo de los socialistas españoles ha molestado a ERC, cuyo portavoz en el Congreso, Gabriel Rufián, recordó ayer al presidente Pedro Sánchez que su grupo es imprescindible “para la gobernabilidad o no de este país” y le avisó de que empieza a perder la paciencia por que no haga nada en favor del diálogo en Cataluña.
El Ejecutivo, lamentó Rufián, no da ningún paso cuando tiene a su alcance “el BOE y la vía de la política” y podría solucionar, por ejemplo, la situación del ex vicepresidente del Govern Oriol Junqueras y otros presos del procés “injustamente encarcelados”.
Pero fuentes del Ejecutivo replican que la posición del PSOE en la Eurocámara no ha podido sorprender a nadie, y menos a sus socios parlamentarios de ERC, porque el PSOE siempre estuvo en contra de la declaración unilateral de independencia y se limitó a apoyar la petición de otro poder del Estado.
El Gobierno, remarcan esas fuentes, quiere que Puigdemont sea juzgado en España.
Lo que hubiera causado asombro a todo el mundo habría sido, según indican esas mismas fuentes, que el PSOE hubiese votado en contra y por eso creen que el enfado de ERC, más allá de las palabras, no tendrá consecuencias.
“Rufián está expresando el malestar lógico de una formación política que no quería este suplicatorio”, dijo al respecto la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
También quitó hierro Montero a que Podemos haya defendido en el Parlamento Europeo una posición distinta a la de los socialistas, pese a que la portavoz parlamentaria, Adriana Lastra, aseguró que pediría explicaciones a sus socios, y el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, criticó la “incoherencia” de amparar privilegios de los fugados de la Justicia.
“Las formaciones políticas son libres de expresar el sentido de su voto en el Parlamento Europeo a propósito de una cuestión que tiene carácter nacional”, añadió Montero.