La pelota pasa al tejado de la Justicia belga
● La euroorden para lograr la extradición del ex ‘president’ se reactiva
La retirada de la inmunidad del eurodiputado Carles Puigdemont supone un paso imprescindible para reactivar la euroorden dictada por el Supremo aunque no es definitivo para lograr su extradición y enjuiciamiento, ya que ahora el asunto pasa a los tribunales belgas y, tal vez, al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE).
El Pleno del Parlamento Europeo ha retirado la inmunidad de los eurodiputados Puigdemont, Toni Comín y Clara Ponsatí como solicitó la Justicia española a principios de 2020, pero este trámite no supone que pierdan su condición de eurodiputados ni que sean extraditados automáticamente, sino únicamente que se reactiven las euroórdenes en su contra que quedaron paralizadas cuando asumieron su escaño como eurodiputados.
Dicho de otro modo, la concesión del permiso para actuar contra Puigdemont y los ex consellers (el suplicatorio) permite retomar la vía judicial en Bélgica (que decide sobre Puigdemont y Comín) y Escocia (que resuelve sobre Ponsatí), pero no garantiza su entrega.
Porque ahora el asunto pasa nuevamente a los tribunales escoceses y belgas, que hasta la fecha no han sido proclives a los intereses españoles en ninguna de su decisiones, especialmente los jueces belgas que se han aferrado a cuestiones de forma y también de fondo para esquivar la extradición.
Precisamente, el Tribunal Constitucional avaló recientemente la competencia del Alto Tribunal para juzgar a los líderes independentistas catalanes por el 1-O, en una sentencia que puede interpretarse en clave de respuesta a la Justicia belga.
Como no podía ser de otra forma, el magistrado instructor de la causa, Pablo Llarena, no está de acuerdo con la argumentación de los tribunales belgas y, antes de conocer el resultado de la votación, ya dio un primer paso consultando a las partes si eleva una cuestión prejudicial al TJUE acerca de las euroórdenes.