Condena a España por no investigar la actuación policial en una manifestación en 2012
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos condenó ayer a España por no llevar a cabo una “investigación profunda y efectiva” de los golpes policiales que recibió en 2012 una manifestante de la concentración Rodea el Congreso, refugiada en un bar del madrileño barrio de Huertas. La sentencia concluye que España vulneró el artículo 3 (prohibición de la tortura) del Convenio Europeo de Derechos Humanos en su aspecto procesal.
El fallo dictado obliga a España a indemnizar a la demandante con 1.000 euros por daños morales. En concepto de daños materiales, la Audiencia Nacional ya le había compensado con 750 euros. La Corte Europea entiende que las autoridades españolas “han sido incapaces de identificar e interrogar a los policías implicados, y evaluar correctamente la proporcionalidad de sus acciones hacia la demandante”.
Recuerda que el juez de la Audiencia Nacional que acordó la indemnización consideró que la demandante “no debió haber sufrido esas lesiones, porque nada hace concluir que contribuyó a los actos violentos tras la manifestación”.
Ghanima Julia López Martínez (nacida en 1986 y residente en Madrid) asistió con dos amigas el 29 de septiembre de 2012 a la manifestación Rodea el Congreso contra la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado presentados por el Gobierno.
Una vez finalizada, hubo episodios de violencia entre manifestantes y fuerzas antidisturbios, y las tres mujeres se refugiaron en un bar, donde los agentes entraron y “desalojaron por la fuerza a algunas personas”, entre ellas la demandante. Tres semanas después, presentó una denuncia contra los agentes, junto al parte médico de lesiones por “herida en la cabeza que necesitó la colocación de una grapa en el cráneo, traumatismo craneal y múltiples contusiones”.