Moreno y Marín escenifican la “solidez” del Gobierno andaluz
Los socios del Ejecutivo se afanan en alejar su alianza de la ruptura en Madrid y Murcia
El andaluz es un Gobierno “sólido” que “goza de buena salud” y cuyos miembros se tienen “afecto”, según Juanma Moreno. Para Marín, su alianza es una “isla” en medio del “ruido y la inestabilidad” por la que pasan las relaciones entre el PP y Ciudadanos después del terremoto desatado en la mañana de ayer tras la ruptura en Murcia y, después, en la Comunidad de Madrid. Ambos, presidente y vicepresidente de la Junta, comparecieron ayer por la tarde en el patio principal del Parlamento andaluz –ante una atención mediática inusitada– para dejar claro que alrededor de San Telmo hay un rompeolas que impide que el temporal nacional de populares y naranjas llegue a Andalucía.
Tanto Moreno como Marín habían defendido ya la tranquilidad que se vive en el Gobierno andaluz pese al ruido de sus compañeros. El mensaje es el mismo que se viene lanzando desde que se hizo pública la moción de censura en Murcia tras un acuerdo entre el PSOE y Ciudadanos: “estabilidad”. El contagio de la ruptura de Murcia a la convocatoria electoral de Madrid provocó la necesidad de esta puesta en escena para añadir a esa estabilidad “serenidad y confianza”, en palabras del propio Juanma Moreno. El presidente, además, reiteró su voluntad de agotar la legislatura y convocar los comicios cuando toca, a finales de 2022.
El mensaje es para los ciudadanos, pero también para socios y contrincantes. Juanma Moreno respondió así a Vox, que pidió la convocatoria adelantada de elecciones tras el acuerdo entre socialistas y naranjas en Murcia. No hacía ni 24 horas que el consejero de Presidencia y portavoz de la Junta, Elías Bendodo, había incluido a la formación de Santiago Abascal en las “fuerzas del cambio”. Seis horas antes, el portavoz de Vox acusó al PP de no hacer nada para “impedir” la entrada de la izquierda en Murcia y calificó a Ciudadanos como un socio “muy poco fiable”.
Más allá de la erosión que ha sufrido la relación de esas “fuerzas del cambio” es justo ese cambio lo que otorga a Andalucía un hecho diferencial que permite al Gobierno de PP y Cs ser inmune (de momento) a la inestabilidad que viven populares y naranjas en el resto del país. En Andalucía, Ciudadanos permitió desalojar del poder al PSOE tras 37 años de mandatos socialistas sumando con el PP y recibiendo el apoyo de Vox. En Murcia, Madrid y Castilla y León era el PP quien llevaba décadas en los gobiernos, pero entonces la prioridad de Ciudadanos y su ex líder, Albert Rivera, era distinta y prefirió evitar la investidura de presidentes socialistas.
“Los andaluces pidieron cambio y se está produciendo de manera sosegada y tranquila”, defendió el vicepresidente Marín antes de asegurar que “no es el momento de gestos ni giros”. El líder andaluz de Ciudadanos y su homólogo en el PP aprovecharon también para poner tierra de por medio con las situaciones que se vivieron en los eje
Juanma Moreno Presidente de la Junta
El Gobierno andaluz goza de una robusta salud (...) agotaremos toda la legislatura”
cutivos murciano y madrileño. Moreno, de hecho, ensalzó la “enorme complicidad” y la voluntad de diálogo que, en su opinión, caracteriza a los socios andaluces. “Los ciudadanos quieren que solucionemos los problemas, no que convoquemos elecciones”, zanjó Marín, quien reconoció que la aritmética de Madrid y Murcia es idéntica a la andaluza.
El mensaje es claro, pero es inevitable trazar paralelismos entre Andalucía y Murcia, ya que el argumento de socialistas y naranjas para explicar su alianza en Murcia es la exigencia de Vox de implantar el pin parental en la región. Esta ruptura en la comunidad vecina, donde la relación entre PP y Cs no era tan plácida como en Andalucía, coincide con el distanciamiento que Vox ejerce respecto al Gobierno de Juanma Moreno desde hace dos semanas precisamente porque consideran que su acuerdo para implantar el pin parental no se está cumpliendo.
Ni Moreno ni Marín se refirieron a sus socios parlamentarios, aunque respondieron claramente a la petición del adelanto de elecciones que hizo por la mañana el portavoz de Vox. Cuestionado sobre este asunto, el vicepresidente restó importancia a la nueva amenaza de la formación de Santiago Abascal y recordó que, al ser un Gobierno “en minoría”, deben negociar cada decreto y cada ley en la Cámara.
Marín también descartó turbulencias en su grupo parlamentario, donde se produjeron algunas discusiones sobre el rumbo que debe tomar la formación naranja, ya que recabó el apoyo de sus 20 diputados en una reunión ayer a mediodía.