Keylor Navas arruina el sueño
La posibilidad de la remontada revoloteó sobre el Parque de los Príncipes, pero el Barça se topó con el inspiradísimo cancerbero del PSG Mbappé volvió a tirar del carro parisino
un cara a cara entre los dos franceses, aunque el del PSG metió más miedo, colocó a Mingueza con una tarjeta y dio algo de oxígeno a su equipo. Siguió fallón Dembélé y al equipo español le faltó la eficacia que colocara la guinda a su buen despliegue. A la media hora una temeridad de Lenglet, que pisó a Icardi, pasó desapercibida al colegiado pero no al VAR, que permitió de penalti a Mbappé marcar su cuarto tanto en la eliminatoria. El Barça, que mantenía la obligación de marcar 4, siguió creyendo con las mismas armas y mereció pronto el empate, que tras un disparo al larguero de Dest, solo llegó en un impresionante disparo de Messi desde 35 metros que se coló por una escuadra de Navas, la única forma de superar al tico.
El argentino pudo superarle de nuevo en el ocaso del primer tiempo, tras un penalti de Kurzawa sobre Griezmann, pero Navas adivinó la trayectoria y rechazó el disparo del penalti que rebotó en el larguero. El fallo del penalti de Messi pesó en la moral del Barcelona, que salió con menos ahínco tras el descanso, sin la misma fe tras ver cómo todo el despliegue del primer periodo no había servido para dejar apuntalada la remontada. Pochettino modificó su dispositivo, presionó más alto y le costó más al Barça instalarse en el área rival. Pese a ello, se procuró alguna ocasión, menos que en el primer tramo y con el mismo mal acierto de los atacantes y el bueno de Keylor, que volvió a mostrarse decisivo. Sufrió menos el PSG a medida que los minutos le hacían acercarse a la clasificación y el miedo de la remontada se alejó.
dejaron otra vez mucho que desear. Pero, a partir de entonces, el panorama cambió de forma sorprendente y el conjunto de Ronald Koeman encadenó cuatro victorias, una de ellas la épica remontada en la Copa del Rey ante el Sevilla, que en el partido de ida se había impuesto por 2-0, para plantarse en la final.
Y el “y si...” se instaló entre la afición azulgrana, alentada por el histórico 6-1 ante el PSG del 2017, por la votación de Leo Messi en las elecciones del pasado domingo (que se interpretó como un signo de que hay posibilidades de que siga en el club más allá del 30 de junio) y por el indiscutible triunfo de Laporta en las urnas, quien el lunes ya visitó a la plantilla y el cuerpo técnico en la Ciutat Esportiva Joan Gamper.
En París, pues, vivió su primer sinsabor como nuevo presidente con la eliminación en los octavos.