Moreno y Marín intentan aislar a la Junta del volantazo de Ciudadanos
● Díaz Ayuso convoca elecciones en Madrid ante la amenaza de una moción de censura
El terremoto tuvo varias réplicas y provocó varios tsunamis. La política española sufrió ayer un seísmo. El epicentro fue localizado en Murcia y los temblores que expandió desde allí no fueron menores en otros puntos del ya de por sí sacudido territorio político español. El sismógrafo dibujó en la Comunidad de Madrid una gráfica que reventó todas las escalas. La ola, gigantesca, anegó a todos los partidos. Y puede que lleve a alguno al naufragio.
En Murcia, Ciudadanos y el PSOE presentaban una moción de censura contra el PP. Cs se apresuró a recalcar que rompía sus acuerdos con el PP con “responsabilidad absoluta” en el gobierno autonómico y en el del Ayuntamiento de la capital al no poder seguir siendo socios de una formación política que busca “tapar la corrupción” en vez de combatirla.
El eco de la operación se dejó sentir de inmediato en Madrid. La presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, reaccionó convocando elecciones anticipadas para impedir una maniobra similar de los socialistas y la formación naranja contra su Ejecutivo. La crisis nacional abierta entre ambos partidos obligó a sus dirigentes en Andalucía y CastillaLeón –en las que son socios– a enarbolar las banderas de la unidad y la estabilidad.
El PP cargó contra la presidenta del partido naranja, Inés Arrimadas, centro de todos los ataques en medio del terremoto. Muchos la consideran la responsable de esta sacudida política. Para los dirigentes populares, Arrimadas “ya no es de fiar”. En clave interna, la jefa de Ciudadanos recibió reproches y recriminaciones del sec tor más crítico del partido. Ella justificó el viraje en su cuenta de twitter: “Llevamos meses intentando que el PP de la Región de Murcia cumpla el acuerdo para combatir la corrupción y el escándalo de las vacunaciones irregulares. Ha sido imposible. Abriremos una nueva etapa de regeneración liderada por las políticas de Ciudadanos”.
Para el PP, el movimiento “de enorme irresponsabilidad” de Arrimadas en Murcia obligaba a una reacción rápida en Madrid. Ésta no era otra que adelantarse a una posible moción de censura contra el Ejecutivo de Ayuso. Es lo que ha hecho la presidenta madrileña, adelantarse a una posible alianza PSOE-Cs y convocar elecciones para el próximo 4 de mayo. La noticia del adelanto de los comicios llegaba prácticamente a la vez que el registro en la Asamble de Madrid de dos mociones de censura, una por parte del Grupo Parlamentario del PSOE y otra por Más Madrid.
Ayuso conversó con el líder del PP, Pablo Casado, sobre el adelanto electoral. El presidente del partido le expresó su respaldo. Fuentes de la dirección nacional del PP señalaron que Casado estaba al tanto de la decisión de Ayuso de convocar elecciones anticipadas. Las mismas fuentes indicaron que Ayuso y Casado mantuvieron esa conversación “antes de la decisión” de la presidenta madrileña. La propia Ayuso aseguró públicamente que si no convocaba elecciones, el PSOE y Cs habrían presentado una moción de censura de la que venían hablando hace tiempo, causando “el desastre” en la Comunidad de Madrid. Según recalcó, ha dado este paso “por el bien de Madrid y de España” y ahora serán los madrileños los que elijan “entre socialismo o libertad”.
Por su parte, el ex vicepresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio Aguado (Cs) dijo que Ayuso “ha perdido la cabeza” al cesarle a él y a los consejeros de la formación naranja en el Gobierno de coalición. “Honestamente, con todo el respeto, creo que ha perdido la cabeza, no encuentro otra explicación”, recalcó Aguado. A su juicio, la presidenta ya tenía ese decreto “hecho” y necesitaba una “excusa” como la moción de censura del PP y Ciudadanos contra el PP en Murcia, para firmar el adelanto electoral que tenía “entre ceja y ceja”.
“Yo he visto muchas cosas en política y en mi vida, pero algo tan temerario e irresponsable no lo he visto nunca, ni tan siquiera en la presidenta”, afirmó Aguado, que insistió en que su partido no iba a presentar ni apoyar una moción de censura en Madrid contra Ayuso.