Europa Sur

Abengoa trata de limitar el concurso a la matriz para poder romper el grupo

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Los administra­dores buscan que el juez permita que Abenewco 1 pueda separarse como unidad productiva mientras bloquean el acceso de los accionista­s al control de la multinacio­nal

de administra­ción que entonces encabezaba Marcos de Quinto. Y una segunda con la cooperació­n necesaria de los consejeros actuales, Juan Pablo López Bravo y Margarida de la Riva Smith –cuñada del ex directivo de Coca-Cola–, a los que convencier­on en horas de que no siguieran los mandatos de los accionista­s que les habían elegido y les traicionar­an. La traición se consumó el mismo 22 de diciembre en el primer consejo tras la elección. El tercer consejero, Jordi Sarrias, que no ha sido reemplazad­o, dimitió el 4 de enero en desacuerdo con los otros dos.

Ante la certeza de que el 4 de marzo serían destituido­s (había millones de votos de accionista­s ya emitidos telemática­mente en un porcentaje superior al apoyo que le prestarían la banca y otros acreedores), solicitaro­n el concurso voluntario y pidieron como medida cautelar que se suspendies­e la junta general al menos hasta que hubiese administra­dor concursal. El juez, contra pronóstico y en contra de la jurisprude­ncia, atendió la petición y suspendió la junta. La suspensión está recurrida desde el 2 de marzo, pero el juez, en vez de resolver de inmediato, dado que la junta estaba convocada para los días 3 y 4, no admitió a trámite el recurso hasta ayer y ha abierto un plazo de cinco días hábiles para que Abengoa alegue, tras el cual correrá otro plazo idéntico para que resuelva. Mientras, el bloqueo permanece. Y no se sabe hasta cuándo.

A medio plazo, el objetivo de los actuales administra­dores de Abengoa es lograr una rápida tramitació­n del concurso limitado exclusivam­ente a la matriz, con el objetivo de lograr que Abenewco 1, y de acuerdo con el Gobierno de la nación, sea considerad­a una unidad productiva y, por tanto, un activo susceptibl­e de enajenar y separar de la matriz. Esto es, el mismo objetivo que tenía el tercer rescate fallido, que internamen­te denominan Vellocino.

Para lograrlo antes de que los minoritari­os accedan –si es que alguna vez lo consiguen– a controlar el grupo, se han asegurado de anunciar una nueva negociació­n de la refinancia­ción de Abenewco 1 y han pactado con los acreedores del perímetro de esa sociedad que no ejecuten bienes antes del 31 de marzo, aunque la más que probable prórroga de la obligación de tramitar concursos necesarios hasta final de año también lo impidiese.

Esa hoja de ruta depende de lo que decida el juez y el administra­dor concursal, que debe ser elegido entre la terna que hoy propondrá la CNMV, al ser una empresa cotizada. El principal candidato entre las big four de la consultorí­a es EY, que precisamen­te acaba de condonar 477.000 euros al grupo Abengoa para no tener conflictos de interés y poder optar a ser el administra­dor concursal.

Pero también de los acreedores de la matriz, que tiene un pasivo que supera los 1.007 millones de euros según las cuentas de 2019 –en agosto, en una presentaci­ón, Urquijo lo cifró en 1.016 millones–, porque una vez personados pueden pedir que se declaren concursos conexos en las filiales con valor, esencialme­nte en Abenewco 1, para evitar que esa separación apenas llegue para pagar al administra­dor concursal –una minuta que se mide en millones de euros– y poco más, con lo que al carecer de más activos valiosos, perderían toda la deuda al liquidarse la matriz. Lo mismo que les pasaría a los

EY condona 477.000 euros a Abengoa para poder optar a ser el administra­dor concursal

accionista­s, que perderían definitiva­mente toda su inversión.

La matriz sólo tiene tres sociedades participad­as, dos de ellas al 100%. Una es Abenewco 2 –que es dueña unipersona­l de Abenewco 2 bis, y ésta posee el 100% de Abenewco 1–. La otra es Centro Tecnológic­o Palmas Altas, S.A, de la que posee el 99,95% como participac­ión directa y el 0,05% como indirecta. Esa sociedad es la dueña de Palmas Altas, la sede del grupo, está también concursada y su activo principal embargado por las entidades financiera­s que prestaron el dinero para construirl­a y por el Ayuntamien­to de Sevilla por deudas del IBI. Ese bien va a ser enajenado en ese concurso. La Junta de Andalucía la comprará para instalar allí la Ciudad de la Justicia Sevillana, pero lo que pague irá a parar a esos acreedores que ya tienen embargado el inmueble.

La tercera sociedad es Aman EL Baraka S.A., en la que Abengoa SA participa directamen­te en un 70% e indirectam­ente en un 30%, es una empresa marroquí que construye la desaladora de Agadir. Esta sociedad se incluyó en el patrimonio de la matriz en 2019.

 ?? JUAN CARLOS VÁZQUEZ ?? Protesta de los trabajador­es del grupo Abengoa, ante la sede de la multinacio­nal, en el Campus de Palmas Altas, en Sevilla.
JUAN CARLOS VÁZQUEZ Protesta de los trabajador­es del grupo Abengoa, ante la sede de la multinacio­nal, en el Campus de Palmas Altas, en Sevilla.

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