Muere un preso que recibió una paliza de otro en la cárcel de Archidona
● Lo encontraron en el suelo mientras un reo, supuestamente, le daba puñetazos y le pateaba la cabeza
El interno de la prisión Málaga II, en Archidona, que el viernes fue víctima de una violenta agresión a manos, supuestamente, de otro recluso ha fallecido. La investigación apunta a que murió como consecuencia de los numerosos golpes que recibió. Será la autopsia la que lo confirme. El cadáver fue trasladado al Instituto de Medicina Legal (IML) de Málaga, donde está previsto que se le practique el examen forense.
El preso se encontraba ingresado desde el viernes en el Hospital Regional de Málaga. Su estado era crítico y había sufrido un traumatismo craneoencefálico. Fuentes sanitarias confirmaron que el fallecimiento se produjo de madrugada. Los médicos no pudieron hacer nada por salvar su vida. Había recibido puñetazos y patadas, varias de ellas en la cabeza, al punto de que, según fuentes cercanas al caso, tenía el rostro “destrozado e irreconocible”.
Instituciones Penitenciarias se ha ocupado de la investigación de los hechos. La agresión se produjo hacia las 17:00. Los funcionarios del turno que tenía encomendada la revisión de los patios de la cárcel fueron testigos de lo ocurrido. Fuentes cercanas indicaron que habían observado cómo uno de los presos lanzaba patadas y puñetazos a otro recluso, que estaba en el suelo y al que, supuestamente, había cogido del cuello. Los trabajadores pidieron al agresor que depusiera su actitud y éste, al parecer, no opuso resistencia y pudo ser inmovilizado. Fue entonces cuando se dio aviso a los equipos sanitarios y al jefe de servicio.
Desde la Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP) resaltan la “dureza” de los golpes y señalaron que, aunque los trabajadores “se personaron rápidamente y sujetado al agresor”, el herido estaba “muy grave”. Desde el colectivo precisaron también que fueron los trabajadores quienes, en primer lugar, consiguieron reanimar en una primera atención a la víctima y dieron aviso al 061. Ante la gravedad del estado que presentaba el herido, en un primer momento se planteó la posibilidad de que fuera trasladado de urgencia por un helicóptero, pero finalmente lo hizo una ambulancia.
Tanto el presunto autor como la víctima, ambos clasificados en primer grado –para los presos de especial peligrosidad o inadaptación manifiesta a las normas de la penitenciaría, con régimen cerrado– salían habitualmente juntos al patio y no se sospechaba de que hubiera tensión entre ellos porque incluso se habían saludado.
Ingresó en el Regional en estado crítico, con un traumatismo craneoencefálico