PP y PSOE empuñan la garrota
● Egea ataca a Sánchez por querer controlar las autonomías “con mando a distancia” ● Ábalos compara la operación en Murcia con “la venta de esclavos” ● Cs expulsa a los tres tránsfugas
Un año desde el inicio del estado de alarma y en la política todo sigue igual. O peor. Los servidores públicos están absortos mirándose el ombligo y que le zurzan al ciudadano de a pie, allá se las apañe con las trágicas consecuencias de una pandemia que ha dejado más de 70.000 muertos, según los datos oficiales, y cientos de miles de empleos se han ido por el sumidero. ¡Qué más da si lo que está en juego es el poder! PSOE y PP, en la semana en que Ciudadanos decidió hacerse el enésimo haraquiri, empuñan más fuerte si cabe la garrota para darse en unos a otros en los hocicos.
La moción de censura en Murcia, que abortarán previsiblemente dos diputados de Cs, nuevos consejeros desde ayer, y la vicepresidenta, Isabel Franco, también parlamentaria, expulsados del partido naranja también este sábado, ha dinamitado la política nacional e Isabel Díaz Ayuso anda a la espera de que hoy el Tribunal Superior de Justicia de Madrid no eche para atrás las elecciones anticipadas para el 4 de mayo, a expensas del dictamen judicial tras los recursos del PSOE y Más Madrid.
“El espectáculo debe terminar ya”, pidió ayer el presidente murciano, Fernando López Miras, para que PSOE y Cs paren la moción, mientras agradecía a Franco, Francisco Álvarez (nuevo consejero de Empleo, Investigación y Universidades) y Valle Miguélez (nueva titular de Empresa e Industria y portavoz del Gobierno) “anteponer el interés de todos” para que los murcianos dejaran de “ser rehenes del juego político de unos pocos”.
No parece que en el PP, la formación de López Miras, quieran templar el caldeado ambiente tras el movimiento promovido desde La Moncloa para tratar de arrebatar poder territorial en varias comunidades a los populares. “Nos diferencian del PSOE muchas cosas, pero sobre todo que (ese partido) cree que se puede gobernar una tierra sin quererla, que uno puede firmar una moción de censura en un despacho y gobernarla con un mando a distancia, y nosotros sí queremos a nuestra tierra y ayudamos a nuestra gente”, atizó desde Córdoba el secretario general del PP, el murciano Teodoro García Egea. Desde Ávila, su vicesecretario general de Política Territorial, Antonio González Terol, definió lo ocurrido en su tierra como “una especie de Pearl Harbor político” de Ciudadanos, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.
El líder del Partido Popular, Pablo Casado, en clave preelectoral con vistas a los previsibles comicios madrileños –donde los sondeos prevén que Ayuso duplique los escaños, aunque deberá pactar con Vox para gobernar–, señaló que “el PP es la casa común del centroderecha y sus puertas están abiertas a todos los que les importa España y la libertad”.
Al otro lado del cuadrilátero esperaban con el bastón también bien agarrado dos pesos pesados del núcleo duro de Pedro Sánchez: Santos Cerdán y José Luis Ábalos. El secretario de Coordinación Territorial y de Relaciones del PSOE con el Gobierno aseguró que “el nuevo PP” de Casado es “el peor PP de siempre, el partido que oculta y mantiene la corrupción con tránsfugas y tamayazos”. Lo afirmó ayer durante su intervención en el comité regional extraordinario del PSOE de Murcia. “No hemos fallado los socialistas, ha fallado la dignidad de quienes no cumplen”, dijo Cerdán, quien advirtió a los tres diputados tránsfugas de Cs “que pasarán a la historia como traidores” y que “quien traiciona los principios, traiciona lo firmado y se vende, a la larga lo sufrirá”.
El secretario de Organización del PSOE y ministro de Transportes no se mordió la lengua al señalar que la “compra de tres tránsfugas” en Murcia se ha gestado “como si se tratara de una venta de esclavos”. “Hemos visto como en Murcia, en la plaza pública, como si se tratara de una venta de esclavos, se gestó una compra de tres tránsfugas”, criticó Ábalos durante su intervención en un encuentro telemático con alcaldes socialistas. En este contexto, destacó que es tal “la miseria” en la negociación del PP que “cuesta mirarse a la cara”. “Ahora son despachos oscuros, a media luz, donde se pone precio a las personas”, añadió. “Esta semana hemos visto sin ningún pudor cómo se compraban políticos, que se entregaron a una organización en la que firmaron lealtad, compromiso”, subrayó.
Mientras, el ya ex vicepresidente de Madrid, Ignacio Aguado, lamentó “el mundo al revés” en el que “opinadores” echan la culpa a Ciudadanos de la ruptura de pactos con el PP y que defiendan que “robar vacunas está bien” o que “comprar cargos de otros partidos es loable”.
Antonio González Terol Vic. gral. Pol. Territorial del PP
Lo ocurrido en Murcia es una especie de Pearl Harbor político de Cs, Sánchez e Iglesias”