Doce días para atar otro ‘Govern’ de ERC y JxCat
Tras la elección de Borràs, Aragonès negociará con JxCat y la CUP su investidura el 26-M
Cumplido el primer objetivo de elegir una nueva Mesa del Parlament con mayoría independentista, presidida por Laura Borràs, ahora ERC y JxCat disponen de doce días para dejar atado un acuerdo que permita la investidura de Pere Aragonès como muy tarde el 26 de marzo, con aval activo o pasivo de la CUP. Éstas son las claves de una negociación en la que el independentismo se juega hacer valer la mayoría absoluta que obtuvo el 14-F.
Borràs ha asumido la Presidencia del Parlament, un cargo que no entraba inicialmente en sus planes. Renunciando a ser la vicepresidenta de un eventual Govern liderado por Aragonès, se ahorra la posibilidad de que el futuro president la destituya si se complica su situación judicial, ahora en manos del Tribunal Supremo, que investiga presuntas irregularidades en contratos de su etapa al frente de la Institución de las Letras Catalanas.
Borràs no tendrá poder ejecutivo pero sí una plataforma institucional de máxima visibilidad, y su primera tarea será abrir consultas en los próximos días con los líderes parlamentarios para proponer el candidato que reúna los apoyos necesarios para ser investido.
El socialista Salvador Illa, el más votado el 14-F, no renuncia a la investidura, pero sus opciones de prosperar son ya prácticamente nulas, dada la mayoría independentista (74 de 135 escaños).
Inicialmente, ERC planteaba un Govern “amplio” que sumara no sólo a JxCat sino también la CUP y los comunes, pero la elección de la Mesa –de la que se ha quedado fuera En Comú– refleja lo lejos que están los de Jéssica Albiach de esa negociación.
Fuentes de ERC justifican su negativa a apoyar la presencia de un representante de los comunes en la Mesa porque no ofrecían ninguna contrapartida en forma de apoyo a un futuro Govern. Pero también la CUP –que se negó a votar a Borràs– parece alejarse de la idea de entrar en el Ejecutivo, por lo que la fórmula más verosímil es un nuevo bipartito ERC-JxCat con el aval externo de la CUP, un calco de la legislatura pasada, aunque ahora con la presidencia en manos republicanas.
Para asegurarse la investidura de Aragonès, ERC necesita no sólo los votos de JxCat sino también, al menos, la abstención de la CUP, con la que negocia un giro a la izquierda. Otra de las grandes tareas a acordar es la hoja de ruta del procés: según las fuentes consultadas, se negocia poner un límite temporal al diálogo con el Estado, situando de nuevo la reivindicación de un referéndum en primer plano.
Vienen doce días de tira y af loja entre fuerzas independentistas y el ex president Puigdemont advierte de que “no se puede dar por hecho” el acuerdo con ERC, sin bien las fuentes consultadas ven “bien encaminadas” las conversaciones.
Illa, ganador el 14-F, se postulará para presidir el Ejecutivo, pero sin ninguna opción