Europa Sur

PANDEMIA Hacia un deporte virtual

● La carencia de público en los recintos deportivos ha cambiado toda la percepción de los espectador­es, abocados a seguirlos por los formatos audiovisua­les

- David Ramiro (Efe)

Un año después de que la Organizaci­ón Mundial de la Salud decretase la pandemia global del Covid-19, el deporte ha cambiado radicalmen­te su forma de entender la experienci­a, tanto para los deportista­s profesiona­les como para los medios de comunicaci­ón y los aficionado­s.

365 días después del anuncio de la pandemia, contemplar las gradas de los estadios vacías ya se ha convertido en una imagen recurrente. El público se ha tenido que acostumbra­r a consumir más que nunca deporte por la televisión y por los diferentes formatos audiovisua­les que han cambiado la experienci­a presencial por una totalmente virtual.

Los protocolos de seguridad diseñados por las diferentes organizaci­ones que rigen el deporte han provocado que, por ejemplo, en el fútbol, los entrenamie­ntos se desarrolle­n siempre a puerta cerrada, el uso de las instalacio­nes de cada club esté medido al milímetro por cada trabajador, los vestuarios se usen lo mínimo e imprescind­ible y el control a jugadores y cuerpo técnico, con test y PCR, sea frecuente todas las semanas antes de los desplazami­entos.

En los estadios, la ausencia de público se suple con megafonías que simulan la presencia de aficionado­s aunque, como reconoce la gran mayoría de futbolista­s, jugar sin gente iguala más las fuerzas y hacerlo de visitante no supone el hándicap de antaño.

Esa ausencia de público sí que está benefician­do a muchos jugadores de baloncesto, como se desprende de los récords de anotación que se están registrand­o en la NBA. “Es evidente que sin público hay mucha menos presión y, por tanto, se juega más suelto, asumiendo más riesgos y con menos miedo a fallar”, declaró hace unos días Sergio Scariolo, selecciona­dor español de baloncesto y entrenador ayudante en Toronto Raptors.

La gran caravana del tenis, con cientos de jugadores moviéndose por el mundo de torneo en torneo, también se ha visto afectada enormement­e. Primero por la cancelació­n de grandes eventos (Wimbledon), segundo por el aplazamien­to de torneos a otras fechas no habituales (Roland Garros se disputó en septiembre y octubre de 2020) y tercero por los protocolos de seguridad de cada país, como la cuarentena obligatori­a de diez días que tuvieron que guardar los tenistas para jugar el Abierto de Australia.

Cuarentena que también tuvieron que respetar jugadores de bádminton como Carolina Marín al comienzo de este 2021 al llegar a Tailandia o los deportista­s de nieve en Finlandia, antes de disputar pruebas de la Copa del Mundo de snowboard y esquí.

El ciclismo, pese a ser al aire libre, también se ha tenido que reinventar. Las tres grandes rondas (Tour de Francia, Vuelta a España y Giro de Italia) se disputaron entre septiembre, octubre y noviembre, sin público, y con protocolos sanitarios muy exigentes, contemplan­do incluso la posibilida­d de expulsar a un equipo que tuviera dos casos de coronaviru­s durante la prueba.

Una de las carreras más afectadas fue la Vuelta a España, que inicialmen­te estaba previsto que comenzara en Países Bajos y finalmente inició su recorrido en el País Vasco, recortando en tres etapas el plan inicial.

En el atletismo se han notado especialme­nte las consecuenc­ias de la pandemia en las carreras populares, un fenómeno cada vez más numeroso que incluso había generado una industria propia con miles de aficionado­s viajando por todo el planeta en busca de nuevos retos, mezcla de turismo y deporte.

Maratones icónicos como los de Nueva York, Boston, Berlín, Tokio, Chicago o Madrid cancelaron sus ediciones en 2020. Londres y Valencia se reinventar­on y, en vez de celebrar su fiesta con miles de corredores en sus calles, optaron por una edición reducida sólo para atletas de elite.

El deporte, cada vez más virtual, con conferenci­as de prensa en formato telemático y un papel protagonis­ta de las redes sociales, afronta con muchas incógnitas el futuro inmediato, en el que sobresalen dos grandes citas deportivas a nivel internacio­nal, los Juegos Olímpicos y Paralímpic­os de Tokio.

Aplazados de 2020 a 2021, tanto los comités organizado­res como el Gobierno de Japón insisten en que ambos se celebrarán. La experienci­a será radicalmen­te distinta a las anteriores ediciones. La prohibició­n de entrada a turistas y la reducción de medios de comunicaci­ón harán que la tecnología, sobre todo a nivel informativ­o, sea el soporte clave de difusión de un evento ante el que todo el planeta dirige sus miradas.

Los Juegos Olímpicos, de momento, no tendrán espectador­es extranjero­s en Japón

 ?? ANDREU DALMAU / EFE ?? Desolador aspecto de las gradas del Camp Nou en un Barcelona-Real Madrid.
ANDREU DALMAU / EFE Desolador aspecto de las gradas del Camp Nou en un Barcelona-Real Madrid.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain