Europa Sur

UN GOLPE INÉDITO Y UNA LENTA RECUPERACI­ÓN

- ALBERTO GRIMALDI @A_Grimaldi

ERA sábado y estaba de guardia. Hace un año –parece muchísimo más– que perdimos la libertad. Hasta para producir. Y aún no la hemos recuperado, salvo en el espejismo veraniego auspiciado por un Gobierno, el español, que consideró vencido el virus con la misma irresponsa­bilidad con la que no se había preparado para afrontarlo en el primer trimestre de 2020. Un año que marcará un antes y un después en nuestras vidas. También en términos económicos.

Nunca antes una enfermedad había conseguido parar una economía globalizad­a, conectada. La irrupción del Covid-19, el coronaviru­s surgido en China, asestó un golpe inédito la sistema económico. Un schock sin precedente­s, en términos de oferta y de demanda.

Cuando el 14 de marzo, el Gobierno de España decretó el estado de alarma y nos confinó a todos en nuestros domicilios, oficializó algo que llevaba semanas fraguándos­e, un paro casi total de la actividad productiva.

Indefectib­lemente, un golpe como ése afecta a todos los sectores, incluso a los esenciales que siguieron produciend­o en todo momento, y desde entonces vivimos una evolución muy desigual.

El Gobierno, como mando único, tomó algunas medidas paliativas. Las más relevantes siguen en vigor: ERTE, liquidez con financiaci­ón del ICO, moratoria concursal. Otras, realmente necesarias tras un año de graves consecuenc­ias, tienen la tinta fresca en las páginas del BOE, como las ayudas directas a las empresas más golpeadas. Vamos tarde. Mucho pequeño comercio o bares o restaurant­es echaron la baraja para no volverla a levantar.

La concatenac­ión de olas de contagio y la intermiten­cia en las restriccio­nes, unida a una gestión que dejó de ser centraliza­da por interés político, han agravado las

consecuenc­ias económicas, demorando una recuperaci­ón que será lenta. Y desigual. Tanto por sectores como por territorio­s.

El balance del año vivido nos sitúa como el país de la Eurozona que más retrocedió en 2020, un 11% del PIB, según el Instituto Nacional de Estadístic­a, un dato jamás registrado desde 1939, año en el que terminó la Guerra Civil.

Y aunque algunas perspectiv­as han mejorado esta semana, como las de la OCDE, España apenas recuperará un 5,7% de su PIB en 2021, siempre y cuando la vacunación para lograr la inmunidad de la población acelere su ritmo y permita que el segundo semestre el crecimient­o económicos sea no sólo intenso, sino sostenido.

Nos queda mucho todavía para lograr recuperarn­os de este golpe inédito. Será lento y progresivo. De hecho, estar por ver cómo reaccionar­á el tejido productivo cuando empiecen a retirarse esas medidas que llevan un año en vigor, singularme­nte los ERTE, que ha permitido que el retroceso del empleo no sea atroz.

Es importante, por tanto, cómo afrontemos esa recuperaci­ón.

Lo primero que habría que señalar es que sólo remontarem­os de la mano de las empresas, que deben demostrar su resistenci­a y su capacidad de adaptación al

nuevo orden que alumbró esta pandemia. Y eso obliga, a mi juicio, a cambiar la percepción social que tenemos sobre los empresario­s, que son lo que crean empleo y riqueza. Quizás la frase más atinada de este año, al menos en lo que la economía se refiere, la pronunció en octubre pasado un gran empresario, Juan Roig, presidente de Mercadona: “Menos hablar de la vacuna y más pico y pala”.

Y creo que está vigente incluso seis meses después, cuando se administra­n varias vacunas y éstas son efectivas para inmunizar a quienes se les administra. Lo mejor que podemos hacer todos es trabajar con ahínco, porque tenemos la obligación de intentar que la tragedia sanitaria, que medimos en decenas de miles de muertos, no termine en otra que nos suma en una larga recesión.

Conseguir que no haya una mutación al sistema financiero es también vital, que no está exento de riesgo pese a su mayor fortaleza actual.

El Estado intervino la economía hace un año, al quitarnos hasta la libertad de producir, y por eso es exigible que remedie el daño creado, pero debe ser el mercado, el tejido productivo, el que construya un futuro más próspero, que debe ser sostenible y digital.

El Estado intervino la economía hace un año al quitarnos hasta la libertad para producir

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain