El Sevilla se lleva un derbi sin fútbol
● En-Nesyri marcó diferencias con su gol en el primer tiempo y el Betis lo intentó, pero sin ser resolutivo arriba
El Sevilla ganó por 1-0 el derbi sevillano y consolida su cuarta plaza –deja a seis puntos a la Real Sociedad y a nueve a su eterno rival–, tras un duelo con muy poco fútbol y miedo a perder en ambos equipos, que se decidió con un gol a los 27 minutos de EnNesyri.
El marroquí resolvió un partido de máxima rivalidad en un choque con pocas ocasiones y en el que salió vencedor el Sevilla ante un Betis que lo intentó tras el descanso, pero le faltó ser más incisivo frente a un equipo que defendió bien su renta.
En el choque de los eternos rivales hispalenses, con ambos en la zona, el Sevilla apostó por el Papu Gómez de enganche junto a Ocampos, Suso y En-Nesyri, ante un Betis que recuperó a Víctor Ruiz en defensa y con Borja Iglesias, en racha, en punta.
El equipo Manuel Pellegrini empezó con una fuerte presión muy arriba, creando problemas a la zaga de un cuadro nervionense al que le costó salir con claridad, para intentar robar en zonas peligrosas, si bien tampoco dispuso de muchas opciones porque la concentración de ambos equipos impidió despistes atrás.
El Sevilla tuvo más el balón, pero sin verticalidad. Suso apenas apareció, tampoco el Papu ni Ocampos, lo que le dio aire al Betis para tratar de intimidar tímidamente, eso sí, a Bono, como en un tiro de Borja Iglesias que solventó en dos tiempos el meta ante la llegada, en segunda instancia, de Canales.
La lucha fue enconada en el medio campo, con las dos defensas alertas para evitar problemas, lo que se comprobó pasado el primer cuarto de hora en un tiro de un dinámico En-Nesyri al lateral de la red, mientras que el Betis siguió apretando, pero sin profundidad.
Quien sí acertó fue En-Nesyri tras un centro a la espalda de la zaga bética del incombustible Jesús Navas, en su vigésimo derbi, pues el delantero controló a la perfección con la izquierda, superó a Joel Robles en su salida y marcó de un buen tiro cruzado el 1-0. Ello obligó a los verdiblancos a remar contra corriente, pero sus intentos ofensivos, sin excesiva claridad, murieron siempre en la orilla del área sevillista.
En la reanudación, el equipo de Pellegrini empezó mejor, con más empuje ante un Sevilla condescendiente, quizás temeroso y conservador, lo que permitió crecerse al Betis, aunque, con Canales perdido y el francés Fekir muy intermitente, sus dos principales figuras, le faltó llegada y estuvo poco incisivo.
Aun así, el conjunto verdiblanco se aprovechó de la cierta desidia de su rival y llevó peligro a la meta local en dos acciones de Borja Iglesias, pero en la primera no llegó por poco al centro de Miranda y en la otra remató de tacón, flojo, y detuvo sin problemas Bono.
Con los espacios que dejó atrás el Betis, el Sevilla emergió y buscó ampliar su renta, pero Ocampos se topó con Joel Robles y Rakitic, que había salido de refresco junto a Óliver Torres –luego lo hicieron De Jong y Rekik–, tiró a puerta y Mandi lo tapó bien para que el balón saliera a córner.
Con el carrusel de cambios buscando más verticalidad en su equipo (Joaquín, Juanmi o William Carvalho), el Betis, que vio cómo En-Nesyri lo intentó poco después sin éxito, reaccionó, con convicción pero sin profundidad, ya que, tras un gol anulado por una mano previa, Fekir y Borja Iglesias lo intentaron en la recta final.
En el 88, un fallo de Bono y de Rekik en el rechace pudo convertirse en el empate, pero el brasileño Diego Carlos salvó el gol en la misma línea en un ejemplo del buen trabajo defensivo de un Sevilla conservador, medroso a veces y que no salió a tope para sentenciar el choque con el segundo.
Dio un paso adelante el Betis en la segunda parte, con un gol anulado, pero sin acierto