Mortandad de peces
● Un banco de anchoas de fondo perece en Tarifa por una masa de agua fría generada por el cambio climático
La costa de Tarifa registró el pasado domingo un curioso fenómeno que supuso la muerte de miles de pequeños peces plateados, que quedaron varados en la orilla pese a que su hábitat natural está en las profundidades del Estrecho. Puede parecer que huían de algún depredador y es verdad que detrás del suceso hay un asesino, pero mucho más peligroso que un atún o un pequeño escualo: el calentamiento global.
Fue testigo de ellos el buceador y fotógrafo marino Manuel Martínez Chacón, socio del Club de Buceo Cies-Algeciras. Cuando se disponía a realizar una inmersión se encontró con la extraña escena y la fotografió. Miles de peces, un banco del conocido como anchoa de fondo (Maurolicus muelleri), había alcanzado la costa en masa. En la orilla, habían dejado un manto plateado del que emergían miles de ejemplares que saltaban hacia la superficie del agua.
Aunque en un primer momento pudiera parecer que huían de algún depredador, parece poco probable que sea así. Según explica el catedrático de Biología Marina de la Universidad de Sevilla, José Carlos García Gómez, se trata de un pez que normalmente vive a más de 300 metros de profundidad y migra verticalmente durante la noche para capturar zooplancton. En estos últimos días han salido varados miles de ejemplares de eufásidos, el conocido como kril, un pequeño crustáceo, parecido al camarón que es el alimento de muchas especies. También de la anchoa de fondo.
Parece más bien que el varamiento de los peces obedece al fenómeno conocido como surgencia (upwellings), que consiste en el ascenso de masas profundas de agua fría, desde la zona abisal del océano hacia la superficie en las zonas de la plataforma continental, en este caso al litoral.