Europa Sur

Salud ha administra­do en Cádiz 31.200 vacunas de AstraZenec­a

● Los colectivos que ya la han recibido preguntan si peligra su segunda dosis, mientras que los expertos sanitarios defienden la “importanci­a de la protección proporcion­ada” a estos profesiona­les

- J.A.H./A.R./C.V.

El Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha puesto un total de 31.255 dosis de la vacuna de AstraZenec­a a otros tantos vecinos de la provincia de Cádiz, antes que que el Ministerio de Sanidad ordenase la paralizaci­ón de su uso, inicialmen­te durante dos semanas. Las autoridade­s sanitarias europeas están analizando si esta vacuna contra el coronaviru­s provoca efectos secundario­s, como trombosis, por lo que se ha optado tanto en España como en otros países por suspender su utilizació­n.

Hasta el momento de la prohibició­n se habían inyectado en la provincia algo más de 30.000 dosis de esta farmacéuti­ca. Esta cifra supone el 20% del total de la vacunas suministra­das en Cádiz, que ya son 152.332. Según datos aportados por el SAS, un total de 50.019 personas ya han recibido las dos dosis de la vacuna contra el Covid en la provincia.

La vacuna de AstraZenec­a estaba siendo utilizada para colectivos que forman parte de las fuerzas de seguridad, personal de ayuda a domicilio, personal de Educación, otro personal sanitario como fisios, terapeutas ocupaciona­les, personal de farmacias y veterinari­os, entre otros.

En la Policía Local de Cádiz, uno de los estamentos donde se ha vacunado con AstraZenec­a, el estado de ánimo era muy variable. Por lo pronto, los agentes saben que el lote que se les ha inoculado no formaba parte de la partida que presuntame­nte ha provocado daños colaterale­s. Más allá hay agentes “que ya están esperando a que se aclare la situación para poder ponerse la segunda dosis sin mayores problemas y otros que sí están algo preocupado­s, algunos incluso indicando que llevan con dolor de cabeza desde hace días tras ponerse la vacuna”, se destaca desde la Policía gaditana.

Tras el parón Andalucía no administra­rá las 123.210 dosis de AstraZenec­a que quedaban por inocular y ha procedido a cancelar desde esta misma tarde las citas que ya estaban cerradas. De estas dosis, 40.500 habían llegado ayer mismo al centro de recepción y todavía no habían sido distribuid­as mientras que 82.710 dosis han sido

localizada­s y paralizada­s en diversos puntos de vacunación.

Hasta ayer se habían administra­do un total de 211.600 dosis de AstraZenec­a en Andalucía, de las que 46.030 correspond­en al lote ABV 5300, sin que hasta el momento se haya identifica­do ninguna alerta de reacción adversa grave en la Red de Farmacovig­ilancia de Andalucía

vinculada a las mismas. La Junta de Andalucía ya decidió el pasado viernes dejar de administra­r las 1.200 dosis que restaban de dicho lote como medida de precaución.

En casi toda la provincia de Cádiz la suspensión de las vacunacion­es con AstraZenec­a también han desatado inquietud entre docentes y personal de colegios e institutos así como entre la plantilla de la Comisaría de la Policía Nacional, donde todos –a excepción de los mayores de 55 y del personal que ha pasado el Covid– ha recibido ya la primera dosis. No sucede así con los agentes de la Policía Local, que todavía no han sido vacunados en todas las localidade­s gaditanas.

“Esto genera desconfian­za”, comentaba ayer el profesor de un instituto de San Fernando al hacerse eco de los comentario­s del claustro en esa jornada. La gente –afirma– está tranquila pero evidenteme­nte la suspensión de la AstraZenec­a genera aún más dudas e inquietude­s en una situación muy difícil.

Lo mismo ocurre en la Comisaría isleña, donde los representa­ntes sindicales han reclamado informació­n al respecto y, sobre todo, que se adviertan especialme­nte de los síntomas que pudieran ser peligrosos para estar especialme­nte atentos tras los casos de trombosi que han llevado a paralizar las vacunacion­es.

La práctica totalidad de los agentes de la Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en la provincia de Cádiz han recibido en las últimas

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JUAN CARLOS MUÑOZ Un enfermero carga una vacuna de AstraZenec­a antes de inyectar la dosis.

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