Un comité parlamentario antipederastia polaco busca aclarar todos los abusos
El Parlamento de Polonia cuenta desde ayer con una comisión parlamentaria impulsada por la oposición que pretende controlar a la entidad nacional contra abusos sexuales a menores, a la que acusan de ocultar casos relacionados con la Iglesia católica.
Según la comisión, compuesta por cuatro diputados y un senador de la oposición, la actuación de la comisión nacional contra los abusos a menores que el Gobierno creó el año pasado es insuficiente y presenta irregularidades tanto de procedimiento como en su composición, lo que hace necesario ejercer un control parlamentario periódico sobre ella.
Las quejas de la comisión se refieren a tres puntos, el primero de ellos el bajo número de casos que la comisión gubernamental ha enviado a la Fiscalía, especialmente en lo referido a crímenes cometidos en el seno de la Iglesia.
En segundo lugar critica los procedimientos seguidos –sin respetar el anonimato y privacidad de las víctimas– y por último la propia composición de la comisión gubernamental, que está presidida por Blazej Kmiecik, vinculado a la organización ultracatólica Ordo Iuris.
En declaraciones a la prensa polaca, algunos de los miembros de la recién creada comisión parlamentaria se quejaron de que se les impidió el acceso a la oficina de la comisión gubernamental en varias ocasiones. Y denunciaron que cuando pidieron un informe de actividades comprobaron que en ninguno de los 190 casos investigados se había pedido incluir al culpable en el registro policial de delincuentes sexuales.