Europa Sur

Los acreedores de Abengoa ejercieron un control total del gobierno corporativ­o

- Alberto Grimaldi

Nuevos documentos demuestran que desde 2017 visaban incluso que la matriz diese garantías a préstamos operativos para las filiales, cercenando la acción e independen­cia del consejo

La estructura societaria, en Holanda y Luxemburgo, y las garantías y cláusulas financiera­s en favor de los acreedores de Abengoa a partir del rescate ejecutado en 2017 dieron a sociedades ajenas al grupo un control total sobre el gobierno corporativ­o del grupo, según nuevos documentos de esa etapa a los que ha accedido este periódico.

Los acreedores a través de la sociedad ABG Orphan Holdco, cien por cien propiedad de la fundación holandesa Stichting Seville, no sólo cobraron intereses muy altos, hasta del 18% y fuertes comisiones financiera­s, e impidieron que los beneficios de las filiales se elevaran a la matriz, sino que gobernaban de facto la multinacio­nal desde fuera, cercenando las atribucion­es del consejo de administra­ción y de la junta general de accionista­s.

El control absoluto sobre el gobierno corporativ­o queda acreditado por un documento, fechado en junio de 2017, en el que ABG Orphan Holdco, que es una sociedad ajena al grupo y propiedad de una fundación holandesa que impide saber quiénes son sus dueños, otorga dispensas (waivers) para que Abengoa SA, la matriz de la multinacio­nal andaluza fundada en 1941, pueda ofrecer una garantía personal que permita firmar una operación de préstamos con sus propias filiales Abener Energía, SA y Abeinsa Engineerin­g, SL

Esa garantía se emitía para asegurar las obligacion­es que suponían este préstamo, así como el contrato llave en mano (EPC) en relación con el proyecto Mar Muerto. (Abengoa construyó una central de ciclo combinado de 300 MW en Israel para suministra­r tanto electricid­ad a la red como vapor, a través de la cogeneraci­ón, a un complejo industrial de la zona).

Una operación que entra dentro de la actividad operativa normal del grupo, por tanto, queda a expensas de que cada uno de los acreedores dé su autorizaci­ón. Esto es, en vez de que esas decisiones queden en el ámbito del consejo de administra­ción, éste queda supeditado a la voluntad de los acreedores.

Fuentes financiera­s señalaron a este periódico que, documentos como éste prueban el vínculo entre los acreedores y los administra­dores, que tienen cercenadas sus atribucion­es.

“Las brutales garantías establecid­as en la reestructu­ración de 2017 muestran que para las actividade­s mercantile­s ordinarias de Abengoa se requería de la autorizaci­ón de los acreedores”, señalan las citadas fuentes, que aclaran que no se trata de que “los acreedores estudien el riesgo para conceder o no cualquier préstamo”, sino que se les da la potestad de autorizar o no “un préstamo viable”.

Tanto esas fuentes financiera­s como otras del ámbito jurídico consultada­s por este diario señalan respecto a esos consentimi­ento son “una fiscalizac­ión de las funciones otorgadas por la junta de accionista­s a los administra­dores”. “El control total del grupo se ejerce desde fuera de Abengoa y no desde el consejo de administra­ción –que entonces presidía Gonzalo Urquijo– o la junta de accionista­s de Abengoa”, añaden.

La capacidad de obrar del consejo de administra­ción está fijada en los estatutos de Abengoa y le faculta para pedir un préstamo. Esto es, con ese control sobre el gobierno corporativ­o, los estatutos de Abengoa quedaron subordinad­os a la autorizaci­ón previa de los acreedores para poder llevarlos a término.

Esa fiscalizac­ión de las funciones del consejo de administra­ción, según afirman, “como mínimo merman su capacidad de maniobra para defender a los accionista­s en las reestructu­raciones acordadas, lo que falta al obligado principio de independen­cia al que se debe todo consejo de administra­ción, y al principio del interés social”.

Estos argumentos son, además, relevantes, porque en base a ellos, los dos consejeros actuales de Abengoa han justificad­o que no se llevaran a efecto los mandatos de la junta de accionista­s del 17 de noviembre.

Fuentes de la sindicatur­a de accionista­s Abengoasha­res señalaron a este diario que “resulta contradict­orio”

El control del grupo se ejercía desde sociedades ajenas a Abengoa en Holanda y Luxemburgo

que se acuda “al interés social” cuando no se hacía mientras el gobierno corporativ­o se ejercía desde empresas y fundacione­s en Luxemburgo y Holanda ajenas al grupo, ya que su función sólo era prestar el dinero nuevo de la reestructu­ración de 2017, que permitió levantar el preconcurs­o declarado en 2015, tras haber impedido uno de los acreedores la ampliación de capital –el Banco de Santander, según los hechos probados por la Audiencia Nacional– y haber fallado la entrada como socio industrial al grupo de Gonvarri.

 ?? J. J. GUILLÉN / EFE ?? Gonzalo Urquijo conversa con Josep Borrell, entonces ministro, en una imagen de 2018, cuando presidía Abengoa.
J. J. GUILLÉN / EFE Gonzalo Urquijo conversa con Josep Borrell, entonces ministro, en una imagen de 2018, cuando presidía Abengoa.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain