Julio Artillo, andaluz con trayectoria y estilo
Julio Artillo González (1940-2021) nació en Sevilla en el seno de una familia muy vinculada al pueblo aljarafeño de Salteras. Estudió el Bachillerato en el colegio de los Jesuitas, primero en la calle Martin Villa y después en la sede de Eduardo Dato. Al terminar sus estudios, ingresa en el Noviciado de la Compañía, simultaneando los estudios religiosos con la licenciatura de Historia en la Universidad de Granada, materia a la que se dedicó profesionalmente tras reintegrarse a la vida civil.
Su gran vocación, la enseñanza, la inicia en Úbeda, en la SAFA, escuelas fundadas por el jesuita Rafael Villoslada en 1940. Vinculado desde ese momento a Jaén, fue profesor en los institutos de Martos y Torredelcampo y en el Colegio Universitario de Jaén.
Su compromiso político lo inicia con su ingreso en la FETE de la que fue secretario general en Jaén y posteriormente con su ingreso en el PSOE. La Agrupación Socialista de Jaén vivía sus mejores momentos a partir de 1977 con las aportaciones de militantes históricos y de los jóvenes socialistas que en aquellos años se incorporan al partido, entre ellos Julio Artillo.
A partir de 1982 se convirtió en una de las personas fundamentales en la construcción de la Junta de Andalucía: en primer lugar, en la Consejería de Educación, en la que puso en marcha algunas de las políticas básicas para la superación de las desigualdades sociales –Educación compensatoria y Plan de Alfabetización de Adultos–; y posteriormente en la Oficina del Portavoz del Gobierno, en la que supo generar una estructura adecuada a las necesidades de comunicación del poder político con la ciudadanía y con los medios de comunicación; y desde la que creó una presencia real de la Junta en todo el territorio andaluz.
Por otra parte, dada su extraordinaria cultura, sus conocimientos políticos y su facilidad de expresión, se puede decir que muchas de las propuestas políticas que se plantearon desde distintos órganos de la Junta de Andalucía tienen el marchamo de su manera de decir y de exponer buenas ideas, durante más de 20 años. Muchas exposiciones de motivos de diversas leyes, muchos artículos periodísticos, muchas conferencias y muchos diseños de debates parlamentarios salieron de su cabeza y de sus manos. Desarrolló una trayectoria extraordinariamente fructífera para la institución autonómica.
Y todo ello, con un estilo personal hondo y proactivo: nunca una palabra más alta que otra; siempre buscando puntos de encuentro; siempre tejiendo redes de amistades personales; y siempre defendiendo con entereza sus puntos de vista.
Español, andaluz y sevillano de nacencia y devoción, jiennense de maduración y de amor por Lupe, Julio Artillo ha sido un renacentista traspasado a nuestros días. Descanse en paz.