Merkel rectifica con la Semana Santa: “Ha sido un error mío”
Angela Merkel revocó la paralización de la actividad pública y económica para la Semana Santa por la pandemia y asumió el “error” por una decisión que causó enojo y confusión, mientras las encuestas reflejan la caída de su partido en pleno año electoral. “Éste error es sólo mío”, aseguró la canciller, que se disculpó en primera persona ante la ciudadanía –pese a que la decisión se tomó conjuntamente entre el Gobierno central y los 16 länder– por contribuir a la incertidumbre en la pandemia: “Pido perdón a las ciudadanas y ciudadanos”.
La decisión de este “parón” entre el Jueves Santo y el Lunes de Pascua, que prohibía las concentraciones públicas y obligaba a cerrar casi todo el comercio, había suscitado fuertes críticas en el país, donde la incidencia, los casos y la ocupación de las UCI llevan varias semanas al alza.
Merkel señaló que “la idea tenía la mejor intención” con el objetivo de contener la tercera ola de la pandemia, pero que suscitaba problemas legales y de aplicación. Después de su declaración se conoció que por otro lado el Gobierno estudia prohibir temporalmente los viajes de vacaciones en el extranjero, según varios medios alemanes, que ligan la decisión con la polémica sobre los viajes a Mallorca esta Semana Santa.
La prohibición, señalaron no obstante fuentes gubernamentales, levanta dudas sobre su constitucionalidad. Los ministerios de Interior y Justicia están analizando su viabilidad legal.
La demanda de viajes y estancias turísticas en Mallorca se ha disparado en Alemania a raíz de la decisión de sacar las Baleares de la lista de zonas de riesgo por Covid, lo que eliminaba los requisitos de PCR negativa y cuarentena al regresar de las vacaciones.
El Gobierno alemán ha reiterado desde entonces en varias ocasiones que la recomendación general sigue siendo de no viajar al extranjero. La última reunión del Ejecutivo central y los estados federados acordó reintroducir los test PCR para todos los viajeros al llegar a Alemania.
La incidencia semanal se mantiene en Alemania en los 108,1 nuevos casos por 100.000 habitantes, después de subir de manera notable en los últimos días, mientras que una semana atrás estaba en 86,2. En siete días, las nuevas infecciones sumaron 89.940. El pico de incidencia se había registrado el 22 de diciembre con 197,6, y el 28 de enero volvió a caer por debajo de 100 por primera vez en tres meses con una tendencia a la baja que se vio revertida hacia mediados de febrero. El pasado domingo, la incidencia volvió a superar la marca de los 100 por primera vez en casi dos meses, lo que llevó a que se volvieran a introducir algunas restricciones.
Tras reconocer su error Merkel acudió al Parlamento para someterse a una ronda de preguntas centradas en la lucha contra la pandemia y en la que algunos diputados le sugirieron que pidiera un voto de confianza. Tanto el presidente del Partido Liberal,
Christian Lindner, como el jefe del grupo parlamentario de La Izquierda, Dietmar Barsch, se habían pronunciado en ese sentido antes de la sesión de preguntas.
“Debería plantear la cuestión de confianza en el Bundestag”, dijo Barsch, al tiempo que habló de una “verdadera crisis de confianza hacia el liderazgo político del país” y expresó su “profundo respeto” a Merkel por haber pedido disculpas por lo que consideraba un error. “Usted debería asegurarse de que todavía cuenta con el apoyo de los grupos parlamentarios de su coalición”, dijo Barsch. Merkel evitó abordar el tema tanto.
Por otro lado, el bloque conservador sigue perdiendo popularidad y esta semana quedó a niveles de febrero de 2000, después del escándalo en aquella época de las cuentas secretas en la CDU.
Según un sondeo entre el 16 y el 22 de marzo y difundido ayer, la CDU y la CSU bávara pierden tres puntos más y se sitúan en el 26% en intención de voto.
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