Una parada en Heliópolis
● El gol de Dani Olmo alegró las caras de los internacionales en el trayecto entre Tiflis y Sevilla ● Gerard Moreno participó a buen nivel en el entrenamiento en el Benito Villamarín
España respiró aliviada con el gol de Dani Olmo en el último suspiro contra Georgia. No había nada más que ver los rostros de los futbolistas en las imágenes suministradas por la Federación Española del viaje desde Tiflis hasta Sevilla para comprender la liberación que había supuesto entre tantas estadísticas teóricamente favorables para el fútbol de los hombres de Luis Enrique. Un empate hubiera supuesto empinar demasiado la cuesta hacia el Mundial de Qatar 2022. Pero en el fútbol sólo cuenta el resultado final de los partidos y los tantos de los emigrados Ferran Torres y Dani Olmo permiten ver el panorama con otros ojos.
Tanto que la alegría en el entrenamiento vespertino del Benito Villamarín ya permitía presagiar un cambio en el juego con vistas al próximo encuentro frente a Kosovo, la nonagésima cuarta selección contra la que se enfrentará España desde que disputara su primer partido oficial ante Dinamarca en 1920. La selección nacida de
la desmembración de la antigua Yugoslavia permite que la cifra se acerque al centenar y, paradójicamente, 16 de las 17 veces en las que la selección española se ha enfrentado contra rivales con los que sólo ha jugado una vez terminó ganando. La excepción fue la antigua CEI, que ocupó el sitio temporalmente de la Unión Soviética y con la que acabó empatando a uno.
El estreno contra Kosovo, un partido de fútbol en el que se ha pretendido huir lo máximo posible de la cuestión política, al no ser un estado reconocido por España, tendrá lugar mañana miércoles en el Estadio de la Cartuja, un recinto en el que los españoles han jugado con anterioridad seis partidos desde que fuera inaugurado en 1999 para la disputa de un Mundial de Atletismo.
Y ahí precisamente el arranque fue alegre, pues se llevó a cabo con el triunfo contra Croacia, en el encuentro que sirvió para la puesta de largo oficial un 5 de mayo de 1999. Davor Suker marcó primero, pero España acabó venciendo por 3-1. La racha se truncaría contra Argentina y frente a Holanda, países que acabaron venciendo
antes de que la selección nacional española revirtiera la racha con el triunfo frente a la China de Camacho y la espectacular goleada frente a Alemania. Reciente queda en la memoria ese 6-0 al combinado de Joachim Löw para clasificarse para la fase final de la Liga de Naciones.
Ahora toca Kosovo y España, tras el largo desplazamiento desde Tiflis hasta Sevilla, se alojó en un hotel muy cerquita al Estadio de la Cartuja, en el mismo de la media docena a los alemanes para que los influjos positivos no desaparezcan. Sin embargo, el primer entrenamiento tenía lugar en la misma tarde del lunes en el Benito Villamarín para que los internacionales, todos con buena cara, comenzaran a aclimatarse a los 30 grados de temperatura con los que los recibió Sevilla. También valió para constatar que Gerard Moreno ya está recuperado y podrá jugar.