Una visita cuestionada
Malestar en Exteriores por la reunión entre el senador Gutiérrez Limones y Fabián Picardo
El presidente de la Comisión de Exteriores del Senado, el socialista Antonio Gutiérrez Limones, está realizando ayer y hoy una visita al Campo de Gibraltar con la que espera, según sus palabras, “transmitir” en Madrid y en el Consejo de Europa, donde preside la delegación española, cuál es la realidad de la zona en un momento clave para ella. Pero la primera parada de esa ruta no fue precisamente en territorio campogibraltareño, sino que el senador brindó una “visita de cortesía” al ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo. Un encuentro en el Peñón que generó un importante malestar en el Ministerio de Asuntos Exteriores.
El senador explicó ayer en La Línea, después de la reunión con Picardo, que este primer encuentro era una “visita de cortesía a Gibraltar, pero ahora empieza de verdad mi agenda, la agenda de los alcaldes, empresarios, trabajadores y sindicatos, que son los que me van a decir cómo está la comarca”. Pero entonces, ¿ha acudido usted a Gibraltar de forma oficial o particular?, pregunta una periodista. “Yo vengo como presidente de la Comisión de Exteriores, presidente de la delegación española del Consejo de Europa y, por supuesto, senador andaluz. Como han pasado tres meses desde el preacuerdo quería contrastar cómo se veía el desarrollo de todos estos meses”, detallaba Gutiérrez Limones.
Pero esa visita oficial no contaba con el auspicio del Ministerio de Exteriores, al menos así se infiere de las explicaciones dadas desde este departamento. Fuentes del departamento de Arancha González Laya aseguraban este lunes que habían sido informadas del programa del senador en el Campo de Gibraltar. Del Peñón, ni una palabra.
Se trata de un momento delicado para realizar una visita a Gibraltar, justo en plena negociación sobre el tratado entre Reino Unido y la Unión Europea que deberá regular el encaje del Peñón en el actual escenario posBrexit.
Hace solo unos días el ministro de Asuntos Exteriores británico, Dominic Raab, y el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, acordaban su enfoque conjunto para las negociaciones: circulación fluida de personas y bienes como base del tratado, rechazo a presencia de autoridades españolasenlos controlesfronterizos y defensa de la soberanía británica de Gibraltar. El Gobierno de España subrayaba después que la negociación del futuro tratado internacional llamado a regular las relaciones entre la UE y Gibraltar será una negociación entre iguales, de un lado la Unión Europea y España y, de otro, Reino Unido, en el que las autoridades del Peñón quedarán oficialmente al margen. “Cabe recordar que Gibraltar”, explicaban fuentes gubernamentales, “es un territorio no autónomo sujeto a descolonización”. El fin de semana llegaba al Peñón el HMS Trent, un buque de guerra con base en Gibraltar.
En ese contexto se produjo el encuentro de cortesía, en el que, según expresó el Gobierno llanito en un comunicado, se abordaron “asuntos de interés común” para los vecinos de la colonia británica y del Campo de Gibraltar. En la reunión también participaron el viceministro principal, Joseph García, y el fiscal general de Gibraltar, Michael Llamas. No se abordó la negociación, insistían ambos en una rueda de prensa posterior.
Tras este encuentro, Gutiérrez Limones mantuvo una reunión con el alcalde de La Línea, Juan Franco. “El alcalde me ha explicado que ahora tenemos una oportunidad. habrá valido la pena, si lo que viene es a lo habitual de los socialistas, que es que son esperados a la hora del té en el Convento, será uno más que ha venido aquí a hacerle la pelota a Picardo y no a defender los intereses de España”. Landaluce también deseó que además de las visitas programadas hubiera incluido algún encuentro con “los alcaldes más representativos y con colectivos como la Guardia Civil, Policía y Salvamento Marítimo”.
El secretario general del PSOE de Algeciras, Juan Lozano, contestó recordando que nunca se han tenido mejores relaciones con Gibraltar y que esto es gracias a los socialistas, “que han apostado en todo momento por un clima de diálogo”.