La Junta mantendrá la prohibición de viajar entre provincias hasta el 9 de mayo
Evolución de la cuarta ola
El Gobierno regional pedirá colaboración al TSJA cuando acabe el estado de alarma para poder aplicar restricciones que limiten derechos ante el “avance moderado” de la pandemia
hubiera permitido los viajes entre provincias antes de la Semana Santa. Ese mismo convencimiento es el que ha llevado a la Consejería de Salud y Familias a mantener las medidas aprobadas el pasado miércoles, a pesar de la polémica que se generó ayer ante el desconocimiento de un matiz que obligará a cerrar la actividad no esencial a las 20:00 en gran parte de la comunidad a partir del domingo.
“El semáforo que tenemos es muy útil”, indicaron ayer fuentes cercanas a Juanma Moreno en una defensa del sistema de niveles que lleva vigente en Andalucía varias semanas y que tiene en cuenta varios factores como la incidencia acumulada a 7 y 14 días, la presión hospitalaria, la positividad de pruebas diagnósticas o la capacidad de trazar las cadenas de contagio. La más visible de todas estas variables es la incidencia de contagios en los últimos 14 días, que quedó fijada ayer en 225,3 infectados por cada 100.000 habitantes. La comunidad se mantiene en riesgo alto, aunque se acerca lentamente hacia el umbral del riesgo extremo, fijado en los 250 casos.
Según explicó ayer el consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, en una comparecencia extraordinaria, la pandemia está en una fase de “avance moderado”, razón por la cual alrededor de la mitad de la población vivirá a partir de este fin de semana en zonas donde se han endurecido las restricciones. El objetivo de este aumento de las limitaciones no es otro que llegar al verano con la incidencia más baja posible. Combinado con el aumento de la población inmunizada, la intención del Gobierno andaluz es abrir lo máximo posible en junio, pero la incertidumbre está lo que ocurrirá a partir de ese 9 de mayor, cuando, según reiteró el miércoles Pedro Sánchez, finaliza el estado de alarma.
El presidente Juanma Moreno fue el primero en apostar por una prórroga de la excepción constitucional, ya que la evolución de la pandemia no hace pensar que la situación vaya a estar controlada dentro de tres semanas escasas. El presidente de la Junta viene reclamando desde hace meses que se articulen mecanismos dentro de la legislación ordinaria que faculten a las comunidades a tomar medidas para controlar la expansión del virus. El Gobierno central no ha hecho modificación alguna y desde La Moncloa insisten en que las regiones tienen instrumentos para limitar ciertos derechos para atajar los contagios.
Mientras se acerca el precipicio, el Ejecutivo andaluz apuesta
por seguir el modelo que ensayó el pasado otoño, en las semanas previas a la declaración del estado de alarma. Entonces la Junta mandó confinar localidades como Casariche con el aval del poder judicial. Ahora, explican desde el Gobierno autonómico, tienen previsto informar al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) cuando sea necesario tomar medidas drásticas que limiten los derechos fundamentales. Este aviso servirá para poner en marcha los mecanismos jurídicos y blindar estas limitaciones ante la posibilidad de un recurso como los que se han registrado en otros territorios.
El presidente de la Junta, Juanma Moreno, reconoció ayer su preocupación por esta posibilidad. “Nos quedamos desnudos”, dijo antes de la sesión de control en el Parlamento, ante situaciones como un botellón nocturno cuando desaparezca el toque de queda o un evento organizado por un ayuntamiento que pueda suponer una aglomeración de personas y, por lo tanto, provoque riesgo de contagios.
Moreno defiende que el final del estado de alarma deja a los gobiernos “desnudos”