La negociación nuclear con Irán avanza con tensión
En medio de crecientes tensiones en la disputa sobre el programa nuclear iraní fueron retomadas ayer en Viena las negociaciones multilaterales para un retorno simultáneo y completo de Irán y EEUU al acuerdo atómico de 2015.
Un supuesto acto de sabotaje israelí el pasado fin de semana en una importante planta nuclear de Irán ha complicado las cosas en una ya espinosa negociación. Cientos de centrifugadoras para enriquecer uranio en la instalación de Natanz (centro de Irán) fueron destruidas durante un apagón eléctrico, del que Irán acusa a Israel, su principal enemigo en Oriente Próximo.
Como reacción, Teherán informó a la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) de que tiene “casi todo listo” para empezar a enriquecer uranio en los próximos días hasta un 60%, un nivel muy cercano al 90 % necesario para fabricar bombas.
En las negociaciones deliberan delegaciones de los países signatarios del acuerdo nuclear iraní, el Plan Integral de Acción Conjunta (JPCOA, en sus siglas en inglés), que son Rusia, China, Francia, el Reino Unido y Alemania.
EEUU –que abandonó el tratado en 2018– participa de forma indirecta, aunque ayer también mantuvo un primer encuentro con los demás países, pero no con Irán.
Tras más de dos horas de consultas presenciales y a puerta cerrada ayer, la “comisión conjunta” del JPCOA trasladó la negociación a los dos grupos expertos que creó la semana pasada, que deben analizar cómo Washington podría levantar sus sanciones contra Irán al mismo tiempo que Teherán vuelve a cumplir los compromisos estipulados en el acuerdo de 2015.
En un mensaje en Twitter, el embajador ruso ante los Organismos Internacionales en Viena, Mijail Ulianov, aseguró ayer que “la impresión general es positiva”.
Mientras en Viena arrancaban las conversaciones, el presidente iraní, Hasan Rohani, aseguró en un discurso televisado que su país sería capaz de enriquecer uranio a una pureza del 90%, aunque destacó que no busca poseer la bomba atómica.