El ‘Vietnam’ entre ERC y JxCat
Un nuevo Govern JxCat-ERC “sería un Vietnam diario”, pronosticó tras el 14-F Joan Tardà, ex portavoz republicano en el Congreso, un vaticinio que se está viendo confirmado anticipadamente: la negociación para la investidura de Pere Aragonès sigue encallada dos meses después de las elecciones.
La mayoría absoluta obtenida por las fuerzas independentistas –con 74 de los 135 escaños del Parlament– parecía allanar el camino a la reedición de la coalición entre ERC y JxCat, con mayor implicación de la CUP en la gobernabilidad, pero la rivalidad crónica y la pugna estratégica entre los dos actuales socios del Govern están convirtiendo la investidura de Aragonès en un nuevo pulso agónico.
Estas son las claves del bloqueo: el acuerdo fue el papel que debe jugar en esta legislatura el Consejo por la República, espacio parainstitucional liderado por Carles Puigdemont desde Bélgica.
Aragonès ya advirtió en el discurso de su investidura fallida que no admitirá “tutelas”, en alusión al Consejo por la República, y ERC y la CUP han pactado crear un espacio autónomo de coordinación entre las fuerzas independentistas, al estilo del Estado Mayor del procés que organizó en la sombra el referéndum unilateral del 1-O.
La solución pasaría por crear este nuevo Estado Mayor, para coordinar los próximos pasos del procés, e insertarlo bajo el paraguas del Consejo por la República, sin arrinconar a Puigdemont. negociada con el Estado, en la que no confía, pide prepararse para retomar la vía unilateral.