Capaz de todo sin ataduras
Los albirrojos minimizan a un equipazo, suman un valioso punto y merecen la victoria Rafa de Vicente adelanta a los murcianos, Romero iguala de penalti y Biel Ribas evita la remontada
Sin complejos, sin ataduras y con muchísimo carácter. El mejor Algeciras -o uno de los mejores de la temporada- se creció ante un gigante como el UCAM para demostrar que está muy vivo en la pelea por el playoff a Segunda. El
Nuevo Mirador asistió a una nueva demostración de casta y coraje de su equipo, pero también de fútbol y planteamiento. Los de Salva Ballesta no solo son currantes, obreros del balón, también son capaces de someter con argumentos sobre el verde. Los albirrojos minimizaron al líder del grupo IV y uno de los grandes candidatos al ascenso.
El UCAM se puso por delante en el Nuevo Mirador, mostró templanza -quizás demasiada-, pero acabó encerrado y pidiendo la hora. La culpa la tuvo un Algeciras valiente, pesado y creyente al que solo le faltó una pizca más de acierto para culminar una épica remontada. Un titánico Biel Ribas amargó a Canillas e impidió lo que habría sido una justa victoria algecirista.
El Algeciras enterró la imagen y la derrota de Linares con un encuentro que se acercó a la excelencia que había requerido el entrenador en la previa. La primera parte de los locales fue solo el atisbo de una segunda mitad avasalladora, especialmente tras el empate, con una recta final en la que el Algeciras vació el tanque y embotelló a un sorprendido UCAM, un auténtico equipazo, libra por libra entre los tops de la Segunda B.
Salva Ballesta le dio una vueltecita al once y le sentó de maravilla. El míster metió a Alcázar en el lateral derecho y adelantó a Almenara -que se salió en el segundo tiempo-; dio entrada a Jordi Figueras en la defensa -una pena su recaída-; situó a Yago Pérez en la medular y entregó el ‘9’ a Jorge Canillas, que relevó al lesionado Edu Ubis. El ariete malagueño provocó muchísimas situaciones de gol. Con un poquito de suerte podría haber salido a hombros.
El repaso de lo que sucedió en Linarejos se hizo sentir desde el