La pandemia pierde fuelle y da pie a la apertura entre las provincias
La crisis del Covid-19
Moreno ve “cercana” la recuperación de la movilidad en una jornada en la que el índice de contagios baja del riesgo extremo
Se nota en el ambiente. El tedio acumulado durante más de un año se mezcla con la euforia y el frenesí a los que animan los datos epidemiológicos y clínicos que retransmiten los medios diariamente. Se nota una cierta ansiedad por la costa y la montaña que no estén en la provincia de uno. “¿Y cuándo me puedo ir a la casa de la playa?”, le preguntan a los dirigentes políticos quienes tienen esa casa. El coronavirus vuelve a estar bloqueado, frenado, parado, y, tal como ha previsto un buen número de epidemiólogos, la cuarta ola se está asemejando más a una “olita” que a la pared que supusieron las tres anteriores.
La progresiva inmunización de la población causada por la vacuna y las medidas restrictivas aún vigentes son los elementos que están favoreciendo la pérdida de fuelle de la pandemia. La evolución de las diferentes curvas, que comerciales, que podrán retomar los habituales más pronto que tarde y, sobre todo, como novedad más explícita, la posible reapertura del tránsito entre las provincias.
“Es una idea muy cercana”, dijo Moreno, refiriéndose a la reapertura antes de anunciar que tal posibilidad, más cerca que lejos, estará “encima de la mesa” de los expertos de Salud Pública que asesoran a la Junta en la reunión que mantengan la próxima semana. Desde el pasado 15 de enero permanece cerrado el viaje interprovincial en Andalucía, una espacie de leve confinamiento que dura ya casi tres meses y medio.
La semana que viene, tal como estaba previsto, habrá nuevas decisiones, aunque estarán determinadas por la evolución que de aquí a entonces tome el conjunto de indicadores epidemiológicos que señalan el riesgo a una curva en pared. De ahí que Moreno avisara ayer que “la movilidad entre las provincias se podrá abrir en el momento en el que haya razones evidentes para que se pueda”, dijo en Almería, según recogió Efe en una nota. El dirigente andaluz añadió en cualquier caso que si no es la semana próxima, “cada vez estamos más cerca”.
La pandemia está en una fase ralentizada. Al coronavirus, reducido al ámbito provincial y a los toques de queda, le cuesta más encontrar el hospedador susceptible para la infección. Y eso se nota en el ambiente, a pesar de que los datos, sin llegar a subir, tampoco se reducen con los ángulos que querrían ver los médicos y los enfermeros que atienden a los enfermos de Covid-19 en los hospitales andaluces. Sigue preocupando el nivel de saturación de las UCI, en un riesgo alto y sin decrecer desde hace cinco semanas, aunque aporta más alivio la progresión a la baja de la ocupación de las camas convencionales, enfermos que no llegan a la gravedad.
También es alentador el dato de la positividad, indicador del control de la propagación. Si bien está aún en un valor de riesgo alto, el de ayer (9%) es menor que el de los últimos siete días (10,1%) y fuera ya de tal límite. El informe semanal del llamado