A la cola en la capacidad de rastrear el origen de los brotes
Hay un indicador que vale tanto como la incidencia, la proporción de casos positivos o la ocupación de los hospitales por enfermos de Covid-19 que es la trazabilidad. Este valor se refiere al porcentaje de casos con origen conocido. Aquellas personas cuyas pruebas diagnósticas dan positivo suelen relatar a los sanitarios a quiénes han frecuentado en los días anteriores, punto de comienzo del llamado como rastreo o trazabilidad (del inglés trace). Cuanto mayor es el porcentaje, más es la capacidad del sistema para localizar el origen de un brote y eso es algo en lo que Andalucía no ha solido destacar. En las semanas previas, Andalucía no deja de estar en la cola. Así ha sido en los últimos tres informes del llamado semáforo de Sanidad con un 39,9%, un 33,3% y un 37,1%, respectivamente, que indica un nivel de alto riesgo. Por debajo de 30% sería riesgo extremo. semáforo recogió en la anterior publicación un valor de 11%.
Son las cifras epidemiológicas y clínicas actualizadas en el conjunto de Andalucía. No obstante, a la hora de calibrar la movilidad interprovincial, la Administración sanitaria andaluza tendrá en cuenta los indicadores de las provincias, dispares en varios capítulos. Habrá no pocos quebraderos de cabeza con los casos de Granada y Jaén, por ejemplo, cuyas incidencias acumuladas ayer –438,4 y 347,7, respectivamente– superan sensiblemente el de la media andaluza (249,1) y doblan y hasta triplican los de Málaga (140,9) y Cádiz (177), divergencias que quizá frenen la euforia.