“Xi Jinping quiere ser más que Mao”
–¿Es creíble la cifra de 4.800 muertos por Covid?
–Deben ser bastantes más. En China rige el principio de no perder la cara. El orgullo de los líderes actuales por ser el Imperio del Centro del siglo XXI les impiden anunciar decenas de miles de muertos.
–¿También van de farol con los multimillonarios?
–No. En este caso las cifras son ciertas. Hay mucho dinero y mucha desigualdad. Cuando Deng Xiaoping dijo que “enriquecerse es glorioso” se lanzaron a hacer negocios y ya vemos dónde han llegado.
–¿Cómo viven estos ricos?
–Muchos son discretos. El Partido no tolera infidelidades. Al dueño de Alibaba le multaron con 2.400 millones de euros y le impidieron salir a Bolsa por comparar la banca china con las casas de empeño.
–¿Qué le queda de comunista?
–El nombre, el autoritarismo y el funcionamiento vertical: el partido diseña los planes para los objetivos que traza el líder del país. Y el gobierno los ejecuta.
–El partido tendrá muchos militantes.
–Tiene 92 millones de militantes. Si multiplicamos por tres de familia, son 276 millones de personas que agradecen su confort a la organización comunista. Mucha gente.
–¿Hay más desigualdad?
–No. En los tiempos del emperador, estaba la familia imperial, los mandarines y los siervos. Ahora hay una sociedad acomodada cada vez más amplia. Y una clase media de 400 millones de personas.
–¿Xi Jinping quiere durar?
–Quiere ser más que Mao. Ha eliminado el límite de dos mandatos de cinco años para el presidente. Tengo mis dudas de si morirá aferrado al cargo. Los chinos, en su mayoría, están felices de ser gobernados por un líder autoritario.
–¿Cuánto durará la autonomía de Hong Kong?
–Técnicamente hasta el 2047, pero en la práctica ya ha terminado.
Hay una ley de seguridad nacional que castiga la secesión o sedición hasta con cadena perpetua. Y una reforma electoral permite a las autoridades vetar a candidatos al Parlamento local que no considere patriotas. Además el stablishment es absolutamente pro Pekín.
–Y Macao.
–Oficialmente hasta 2049, el año en que se cumplirá el centenario de la proclamación de la República Popular por Mao. Pero en realidad, sus líderes son elegidos por el PCCh y el acatamiento de la excolonia portuguesa a Pekín es total.
–Y, ¿qué pasará con Taiwán?
–El plan es incorporar a la isla rebelde. El objetivo del Partido Comunista es festejar 2049 con una China unificada. El sueño de Xi Jinping es pasar a la historia como el dirigente que hizo la unificación. Eso le convertiría en el líder más importante de la historia del país, por encima de Mao.
–¿Ha funcionado la política de Xi Jinping contra la corrupción?
–Le ha permitido acabar con algunos núcleos de poder dentro del Partido que se oponían a su liderazgo. Pero la corrupción está lejos de ser erradicada en China.
–¿A Pekín no le gusta relacionarse directamente con la UE?
–Los dirigentes cuando viajan a Europa van a Berlín, Londres o París, pero no a Bruselas. También practican la división. Han conseguido inf luencia entre los países del Este, que les permite vetar acuerdos de la UE que le son contrarios.
–¿Cómo se llevarán Xi Jinping y Biden?
–En los próximos años asistiremos a una lucha por el liderazgo tecnológico mundial y seguirá la batalla comercial y el pulso geopolítico. Pero habrá acuerdos de cooperación en bienestar social o lucha contra el cambio climático.
–No hay mucho respeto por las mujeres en la sociedad china.
–No se lo niego, pero creo que es la sociedad asiática que más respeta a la mujer, con muchas carencias y discriminaciones. Pero en otros países es mucho peor.