SUPERLIGA
● En tres días, el torneo alternativo a la Champions pasó de ser una irrupción que cambiaría el fútbol a un fallido proyecto ● Decisivo papel de la afición inglesa
60 horas que estremecieron al fútbol europeo. Del domingo 18 por la noche al miércoles 21 a mediodía, cuando se concretaron las renuncias de diez de sus doce integrantes, la Superliga pasó de irrupción estruendosa a proyecto fallido. Pero, ¿tenía sentido económico esta competición al margen de la UEFA? Se trata de uno de los debates más polémicos de la historia del fútbol.
Los promotores de este proyecto de competición consiguieron el aval del banco estadounidense JP Morgan AG, dispuesto a poner sobre la mesa un préstamo de 3.983 millones de euros para iniciar la competición, según pudo saber Efe, tras el acuerdo entre el banco y Tivalino Investment SL, firmado el pasado 17 de abril.
La oposición de FIFA, UEFA, federaciones y ligas, pero sobre todo la de los aficionados ingleses encabezados por su primer ministro Boris Johnson, acabaron haciendo que el Big Six fuera el primero en retirarse del torneo. Poco después siguieron sus pasos los clubes italianos y el Atlético de Madrid.
Varios expertos en el ámbito de la economía del deporte, el patrocinio y los derechos televisivos analizan para Efe si los presupuestos económicos que señalaban los promotores de esta competición tenían sentido en la economía de la industria futbolística.
EL DIAGNÓSTICO
“La pandemia ha mostrado que una visión estratégica y un modelo comercial sostenible son necesarios
DERECHOS TELEVISIVOS
Jaume Roures subraya que los contratos del próximo trienio de la Liga de Campeones, el que arranca la próxima temporada para el periodo 2021-24, ya manejan cifras similares. “En los contratos hasta 2024, la UEFA ya está en unos 3.500-3.600 millones. Obtener 4.000 millones, con la pandemia, es dudoso, pero en todo caso no vale la pena crear un cisma por esta diferencia”, opina.
Al mismo tiempo, durante los últimos meses se ha podido ver cómo las competiciones que han realizado subastas de derechos han tenido que asumir rebajas de precios. La Serie A italiana vendió en marzo sus derechos televisivos nacionales a DAZN hasta 2024 por 840 millones de euros por temporada –le queda por adjudicar un paquete, por el que podría añadir 70 millones–, mientras que en el anterior periodo 2018-21 había conseguido 973 millones con Sky y Perform.
Roures pone el acento en otro elemento clave de los derechos televisivos: quién iba a ser el postor. “Hablan de varios años de trabajo, pero no han hablado con nadie de los que teóricamente podrían poner estos 4.000 millones”, dice.
Desde varios medios se apuntó la posibilidad de que fuera la multinacional estadounidense del comercio electrónico Amazon, que ya ha comprado algunos paquetes de la Liga de Campeones, la Serie A italiana o la Premier League inglesa, pero la compañía se desvinculó el martes a través de un comunicado de su plataforma de vídeo Prime Video, en el que indicó que “no había estado involucrada