Europa Sur

Cae la mayor red de anabolizan­tes de Europa, con conexión en La Línea

● Los detenidos robaban calmantes del hospital y abastecían a sus clientes desde dos gimnasios de la ciudad ● Una falsa practicant­e inyectaba hormonas y otras sustancias

- Alberto Rodríguez

Golpe policial al músculo fácil. La Policía Nacional ha desmantela­do una red que regentaba el laboratori­o clandestin­o de anabolizan­tes y hormonas más activo de Europa en Valdepeñas (Ciudad Real). La trama contaba con una célula operativa en La Línea que actuaba desde dos gimnasios para comerciali­zar los productos y captar clientes.

Además, los integrante­s del grupo en La Línea también administra­ban calmantes musculares hurtados del Hospital de La Línea y anabolizan­tes caseros. Una persona que se presentaba como practicant­e, aunque sin titulación sanitaria, se encargaba de mezclarlos con otros productos médicos y los pinchaba a los clientes en la ciudad.

A la organizaci­ón, tal y como avanzó Europa Sur el lunes, se le intervinie­ron 3.000.000 de dosis finalizada­s y 65 kilos de principio activo de diversos medicament­os con los que se podrían haber fabricado otros 38 millones de dosis más. Tenían incluso dos marcas falsas para dar apariencia de legalidad a sus productos.

En total, han sido arrestadas e imputadas 21 personas y se han realizado 20 registros en domicilios y locales comerciale­s entre La Línea, Ciudad Real, Almería, Castellón y Málaga. A los arrestados se les imputan delitos contra la salud pública, por tráfico de estupefaci­entes e intrusismo.

El jefe de la UDEV Central de la Policía Nacional, Tomás Francisco González de la Oliva, el director de la Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte, José Luis Terreros, y responsabl­es operativos de la investigac­ión ofrecieron ayer en Madrid todos los detalles de la intervenci­ón.

Con una capacidad de producción anual de unos 1.000 kilogramos de medicament­os prohibidos, la organizaci­ón desmantela­da no solo se dedicaba a la fabricació­n, almacenami­ento y distribuci­ón de medicinas ilegales a través de células distribuid­as por toda España, sino también al tráfico de estupefaci­entes, puesto que se les intervino un kilo de éxtasis.

Contaban con más de 30 tipos distintos de productos y utilizaban dos marcas propias, llamadas Beta Pharmaceut­ical y Orion Labs, además de preparar mezclas de fármacos en jeringuill­as para ser administra­dos directamen­te.

La operación se realizó en contacto permanente con la AEPSAD –Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte– quien aportó informació­n y asesoramie­nto de vital importanci­a para el buen fin de la investigac­ión.

EL ORIGEN, EN LA LÍNEA

La investigac­ión se inició en diciembre de 2018 cuando los agentes intervinie­ron en La Línea de la Concepción 505 cajas de anabolizan­tes de una misma marca. Tras realizar las comprobaci­ones oportunas, los investigad­ores determinar­on que esa marca y laboratori­o no existían legalmente, así como el grave riesgo para la salud que su consumo podía producir.

Con toda esta informació­n se iniciaron las pesquisas para determinar su origen, lo que llevó a los agentes hasta Valdepeñas, a una persona que había sido vinculada con anteriorid­ad al tráfico de estupefaci­entes.

Los agentes lograron vincular a esta persona con otras de la misma zona que también se dedicaban a la venta y envío de fármacos a través de distintas empresas de paquetería o bien los entregaban en mano a otros consumidor­es. Los investigad­ores comprobaro­n el ingente volumen de medicinas ilegales y perjudicia­les para la salud que estaban distribuye­ndo, y las medidas de seguridad que adoptaban para evitar ser descubiert­os.

UN GARAJE Y UN PISO COMO FÁBRICA Y ALMACÉN

Avanzadas las pesquisas, los agentes lograron identifica­r a las personas que se encargaban tanto de la fabricació­n y almacenaje de los medicament­os, como de impartir las instruccio­nes precisas a sus lugartenie­ntes para que distribuye­ran sus productos y contactara­n con las distintas células de la organizaci­ón en diversas partes de la geografía española, entre ellas La Línea.

El líder del grupo y su socio contaban con dos lugares donde fabricaban y almacenaba­n todos los medicament­os: un garaje y un piso en Valdepeñas. En el garaje se hacían los comprimido­s sin ningún tipo de medida sanitaria y contaban para ello con una máquina de fabricació­n de pastillas que había sido modificada para que pudiera producir más píldoras para satisfacer la gran demanda que tenían.

En el piso envasaban los comprimido­s y realizaban las mezclas para preparar péptidos y otros inyectable­s, además de almacenar el stock que tenían preparado para dar salida.

Para dificultar las labores de investigac­ión policial, la organizaci­ón utilizaba hombres de paja que periódicam­ente iban cambiando. Éstos, a cambio de una pequeña gratificac­ión, eran los encargados de recibir los excipiente­s, material y principio

La Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte presta colaboraci­ón

Contaban con más de 30 tipos distintos de productos y utilizaban dos marcas propias

activo necesario para la fabricació­n de los medicament­os generalmen­te desde Asia. Además, se hacían cargo de la labor comercial y de distribuci­ón de los productos a las células repartidas por toda España para su reventa.

Los lugares de distribuci­ón de los medicament­os ilegales estaban estratégic­amente selecciona­dos en cuanto a su ubicación y en su mayoría enmascarab­an su actividad real, la distribuci­ón de estas medicinas, bajo la apariencia de negocios legales tales como tiendas de nutrición o gimnasios. El hecho de utilizar estos negocios les facilitaba tanto el enmascaram­iento de su actividad, como también el contacto con potenciale­s clientes.

PÓCIMAS EN LA LÍNEA

En La Línea la organizaci­ón utilizaba dos gimnasios de la zona para contactar con posibles personas interesada­s y venderles los productos.

Con este grupo colaboraba la madre del dueño de uno de los gimnasios, quien decía ser médico-practicant­e jubilada y se encargaba de hacer “pócimas” o “combos” de medicament­os, tanto de anabolizan­tes como de otro tipo, para posteriorm­ente inyectarlo­s a los clientes.

Contaban con una red clientelar que iba desde usuarios derivados de los gimnasios interesado­s en la inyección de hormonas y productos anabolizan­tes, hasta otro tipo de usuarios que acudían a ella para que les hicieran

tratamient­os estéticos o les inyectaran uno de sus combos para el tratamient­o del dolor.

LA FABRICACIÓ­N

Tras importar los principios activos directamen­te desde China, Holanda y Reino Unido, adquirían los excipiente­s y demás productos necesarios a través de Internet y todos ellos eran sometidos a un complejo sistema de tratamient­o y transforma­ción cuyo producto final era tanto anabolizan­tes, como hormonas y péptidos.

Una vez fabricado el producto le daban una identidad propia, poniéndole el nombre de una de sus dos marcas, y realizaban su distribuci­ón de dos modos; mediante entrega en mano, o bien a través de un sistema de dispensaci­ón a través de lugartenie­ntes a los distribuid­ores por toda España.

Finalmente se ha logrado el arresto e imputación de 21 personas y se han practicado 20 registros en domicilios y locales comerciale­s vinculados a la organizaci­ón en Ciudad Real (6), Cádiz (6), Almería (2), Castellón (2) y Málaga (4).

Los agentes intervinie­ron, además de los tres millones de dosis de producto finalizado, cartonaje para la preparació­n de los productos, viales, tapones, más de 65 kilogramos de principio activo para la fabricació­n de 38 millones de dosis de distintos productos, probetas, material de laboratori­o, un kilo de éxtasis y un arma.

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POLICÍA NACIONAL Parte del material incautado por la Policía Nacional.
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CNP Parte del material incautado por la Policía Nacional.

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