Cae la mayor red de anabolizantes de Europa, con conexión en La Línea
● Los detenidos robaban calmantes del hospital y abastecían a sus clientes desde dos gimnasios de la ciudad ● Una falsa practicante inyectaba hormonas y otras sustancias
Golpe policial al músculo fácil. La Policía Nacional ha desmantelado una red que regentaba el laboratorio clandestino de anabolizantes y hormonas más activo de Europa en Valdepeñas (Ciudad Real). La trama contaba con una célula operativa en La Línea que actuaba desde dos gimnasios para comercializar los productos y captar clientes.
Además, los integrantes del grupo en La Línea también administraban calmantes musculares hurtados del Hospital de La Línea y anabolizantes caseros. Una persona que se presentaba como practicante, aunque sin titulación sanitaria, se encargaba de mezclarlos con otros productos médicos y los pinchaba a los clientes en la ciudad.
A la organización, tal y como avanzó Europa Sur el lunes, se le intervinieron 3.000.000 de dosis finalizadas y 65 kilos de principio activo de diversos medicamentos con los que se podrían haber fabricado otros 38 millones de dosis más. Tenían incluso dos marcas falsas para dar apariencia de legalidad a sus productos.
En total, han sido arrestadas e imputadas 21 personas y se han realizado 20 registros en domicilios y locales comerciales entre La Línea, Ciudad Real, Almería, Castellón y Málaga. A los arrestados se les imputan delitos contra la salud pública, por tráfico de estupefacientes e intrusismo.
El jefe de la UDEV Central de la Policía Nacional, Tomás Francisco González de la Oliva, el director de la Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte, José Luis Terreros, y responsables operativos de la investigación ofrecieron ayer en Madrid todos los detalles de la intervención.
Con una capacidad de producción anual de unos 1.000 kilogramos de medicamentos prohibidos, la organización desmantelada no solo se dedicaba a la fabricación, almacenamiento y distribución de medicinas ilegales a través de células distribuidas por toda España, sino también al tráfico de estupefacientes, puesto que se les intervino un kilo de éxtasis.
Contaban con más de 30 tipos distintos de productos y utilizaban dos marcas propias, llamadas Beta Pharmaceutical y Orion Labs, además de preparar mezclas de fármacos en jeringuillas para ser administrados directamente.
La operación se realizó en contacto permanente con la AEPSAD –Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte– quien aportó información y asesoramiento de vital importancia para el buen fin de la investigación.
EL ORIGEN, EN LA LÍNEA
La investigación se inició en diciembre de 2018 cuando los agentes intervinieron en La Línea de la Concepción 505 cajas de anabolizantes de una misma marca. Tras realizar las comprobaciones oportunas, los investigadores determinaron que esa marca y laboratorio no existían legalmente, así como el grave riesgo para la salud que su consumo podía producir.
Con toda esta información se iniciaron las pesquisas para determinar su origen, lo que llevó a los agentes hasta Valdepeñas, a una persona que había sido vinculada con anterioridad al tráfico de estupefacientes.
Los agentes lograron vincular a esta persona con otras de la misma zona que también se dedicaban a la venta y envío de fármacos a través de distintas empresas de paquetería o bien los entregaban en mano a otros consumidores. Los investigadores comprobaron el ingente volumen de medicinas ilegales y perjudiciales para la salud que estaban distribuyendo, y las medidas de seguridad que adoptaban para evitar ser descubiertos.
UN GARAJE Y UN PISO COMO FÁBRICA Y ALMACÉN
Avanzadas las pesquisas, los agentes lograron identificar a las personas que se encargaban tanto de la fabricación y almacenaje de los medicamentos, como de impartir las instrucciones precisas a sus lugartenientes para que distribuyeran sus productos y contactaran con las distintas células de la organización en diversas partes de la geografía española, entre ellas La Línea.
El líder del grupo y su socio contaban con dos lugares donde fabricaban y almacenaban todos los medicamentos: un garaje y un piso en Valdepeñas. En el garaje se hacían los comprimidos sin ningún tipo de medida sanitaria y contaban para ello con una máquina de fabricación de pastillas que había sido modificada para que pudiera producir más píldoras para satisfacer la gran demanda que tenían.
En el piso envasaban los comprimidos y realizaban las mezclas para preparar péptidos y otros inyectables, además de almacenar el stock que tenían preparado para dar salida.
Para dificultar las labores de investigación policial, la organización utilizaba hombres de paja que periódicamente iban cambiando. Éstos, a cambio de una pequeña gratificación, eran los encargados de recibir los excipientes, material y principio
La Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte presta colaboración
Contaban con más de 30 tipos distintos de productos y utilizaban dos marcas propias
activo necesario para la fabricación de los medicamentos generalmente desde Asia. Además, se hacían cargo de la labor comercial y de distribución de los productos a las células repartidas por toda España para su reventa.
Los lugares de distribución de los medicamentos ilegales estaban estratégicamente seleccionados en cuanto a su ubicación y en su mayoría enmascaraban su actividad real, la distribución de estas medicinas, bajo la apariencia de negocios legales tales como tiendas de nutrición o gimnasios. El hecho de utilizar estos negocios les facilitaba tanto el enmascaramiento de su actividad, como también el contacto con potenciales clientes.
PÓCIMAS EN LA LÍNEA
En La Línea la organización utilizaba dos gimnasios de la zona para contactar con posibles personas interesadas y venderles los productos.
Con este grupo colaboraba la madre del dueño de uno de los gimnasios, quien decía ser médico-practicante jubilada y se encargaba de hacer “pócimas” o “combos” de medicamentos, tanto de anabolizantes como de otro tipo, para posteriormente inyectarlos a los clientes.
Contaban con una red clientelar que iba desde usuarios derivados de los gimnasios interesados en la inyección de hormonas y productos anabolizantes, hasta otro tipo de usuarios que acudían a ella para que les hicieran
tratamientos estéticos o les inyectaran uno de sus combos para el tratamiento del dolor.
LA FABRICACIÓN
Tras importar los principios activos directamente desde China, Holanda y Reino Unido, adquirían los excipientes y demás productos necesarios a través de Internet y todos ellos eran sometidos a un complejo sistema de tratamiento y transformación cuyo producto final era tanto anabolizantes, como hormonas y péptidos.
Una vez fabricado el producto le daban una identidad propia, poniéndole el nombre de una de sus dos marcas, y realizaban su distribución de dos modos; mediante entrega en mano, o bien a través de un sistema de dispensación a través de lugartenientes a los distribuidores por toda España.
Finalmente se ha logrado el arresto e imputación de 21 personas y se han practicado 20 registros en domicilios y locales comerciales vinculados a la organización en Ciudad Real (6), Cádiz (6), Almería (2), Castellón (2) y Málaga (4).
Los agentes intervinieron, además de los tres millones de dosis de producto finalizado, cartonaje para la preparación de los productos, viales, tapones, más de 65 kilogramos de principio activo para la fabricación de 38 millones de dosis de distintos productos, probetas, material de laboratorio, un kilo de éxtasis y un arma.