Los bares estarán abiertos hasta la medianoche desde el domingo
● La Junta plantea una desescalada cuya última fase dará inicio el 21 de junio
● Sin la vigencia del estado de alarma no habrá toque de queda ni el cierre de Andalucía
● En los teatros y plazas de toros habrá separación de 1,5 metros en el actual nivel
La “transición andaluza a la normalidad” comienza este domingo 9 de mayo con la apertura de la hostelería hasta las 00:00 y un límite máximo de ocho personas por mesa en los exteriores de las terrazas o veladores. También podrán abrir las discotecas, hasta las 02:00, pero las pistas de baile sólo podrán habilitarse en exteriores y en aquellos municipios con el nivel de alerta 1, según la definición de los datos epidemiológicos y asistenciales recogida en el plan de actuaciones del Consejo Interterritorial del pasado mes de febrero.
Son dos de las características de la primera fase de esta nueva etapa de desescalada, conformada por tres fases que están asociadas al nivel de vacunación en la comunidad autónoma. En este periodo decaen todas las medidas asociadas al estado de alarma, que finaliza en la medianoche de este domingo; es decir, las restricciones que colisionan con los derechos fundamentales, tales que el toque de queda, las limitaciones de reunión y el cierre perimetral de la comunidad autónoma. Así ha sido desde la aprobación del decreto del segundo estado de alarma al que ha obligado la pandemia, el pasado 25 de octubre.
Más de seis meses después, Andalucía comienza su propia desescalada, con la salvación del verano como meta. En esta primera fase, que se extiende desde este domingo hasta el 31 de mayo, además de las medidas de relajación mencionadas, también se amplía el aforo de las celebraciones y de los teatros y cines. No obstante, se mantienen los cierres perimetrales de los municipios de más de 5.000 habitantes con incidencias acumuladas a 14 días superiores a los 1.000 casos por 100.00 habitantes y que cuente con el consentimiento del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía.
El listado completo de hábitos que se recuperarán a partir de este domingo, además de la reapertura nocturna de la hostelería y del aumento de concurrencia permitida en las mesas –máximo
Los espectadores de los espectáculos podrán estar separados por una butaca libre
de hasta ocho personas en el interior y de hasta diez en exterior–, así como de devolver oxígeno a los bares de copas, pubs y discotecas, las pistas de baile serán autorizadas en el exterior y con la protección de la mascarilla para zonas en el nivel 1 de alerta (una incidencia acumulada a 14 días entre los 25 y los 50 casos). “A día de hoy no hay ningún municipio con esta situación en Andalucía”, recordó ayer la Junta.
En cuanto a las actividades propias del verano, las piscinas y las playas no deberán regirse bajo horario alguno, aunque deberá mantenerse una distancia de 1,5 metros entre los grupos que se encuentren fuera del
El aforo variará en función del nivel de alerta de cada municipio.
También los teatros, espectáculos y las plazas de toros recuperarán algo del aire perdido en los meses precedentes. En los niveles 1 y 2, correspondiente a un arco de incidencia acumulada de entre 25 y 150, los espectadores estarán separados de otros por una butaca en todo su contorno. En los niveles 3 y 4, por su parte, los espectadores tendrán que mantener la distancia de seguridad de los 1,5 metros.
En la segunda fase de la desescalada, denominada “avance” y que va del 1 al 21 de junio, este umbral aumenta hasta los 1.000 casos por 100.00 habitantes, según explicó el presidente de la Junta, Juanma Moreno. El jefe del Ejecutivo andaluz se mostró confiado en que, para entonces, no haya necesidad de aplicar los cierres perimetrales por la reducción de los niveles de contagio motivada por la progresiva inmunización de la población.
La tercera fase, denominada de “normalización”, inicia el 21 de junio e irá asociada al objetivo de tener vacunado con una dosis al 70% de la población con más de 16 años y totalmente inmunizados a entre el 30% y el 40%. “Después de 14 meses estamos viendo la luz al final del túnel”, defendió ayer Moreno antes de afear al Gobierno central el final “unilateral” del toque de queda y lamentar que las restricciones que imponga la Junta corran el riesgo de ser recurridas ante el Tribunal Superior de Justicia andaluz e, hipotéticamente, tumbadas.
Las nuevas medidas se anuncian en un momento de control paulatino de la pandemia desde que el 19 de abril se alcanzó el pico de la cuarta ola. Entonces la incidencia alcanzó los 264 casos por 100.000 habitantes y 17 días después está en 193 casos. El descenso es “lento pero constante”, declaró Jesús Aguirre el pasado martes.
La decisión de apertura generalizada de la vida nocturna de la Junta de Andalucía contrasta con las tomadas en otras comunidades autónomas, como Canarias o Baleares, dependientes igualmente del turismo, pero cuyos gobiernos han sido más cautelosos en su desescadala a partir del domingo. El caso de Baleares es paradigmático, en tanto no sólo ha mantenido la limitación de la movilidad nocturna sino que incluso ha obtenido el consentimiento del Tribunal Superior de Justicia de Baleares.
La Junta permite más actividad que otras regiones también turísticas como Baleares