El conflicto pesquero franco-británico en Jersey tensa el pacto del ‘Brexit’
El conf licto pesquero entre el Reino Unido y Francia en la isla de Jersey –de dominio británico–, que se agudizó ayer con la protesta de unos 60 buques galos por las condiciones de las licencias otorgadas, puso a prueba los acuerdos que regulan la relación entre Londres y la UE tras el Brexit .El tono comenzó a elevarse el martes, cuando Francia amenazó con represalias contra Jersey después de que el Reino Unido estableciera nuevas reglas para que sus barcos accedieran a las aguas de esa isla bajo soberanía británica, pero a pocos kilómetros de la costa de Normandía.
París se quejó de que sólo 41 barcos, de una lista de 344, fueron autorizados el 30 de abril a faenar hasta final de año y criticó también que se han impuesto límites no concertados al número de días que pueden trabajar, las especies que pueden capturar o las artes de pesca que pueden utilizar.
Los comités regionales de pesca de Normandía y de Bretaña subrayaron que esas limitaciones “no están previstas” en el tratado comercial del Brexit, suscrito el 24 de diciembre y en vigor desde enero, además de que no fueron notificadas con la suficiente antelación para discutirlas. El Gobierno de Jersey y los pescadores franceses se reunieron en un intento por rebajar una disputa que tenía a patrulleras de uno y otro país velando por sus intereses.
La postura de París es clara: “La cuestión de fondo es que los británicos deben respetar sus compromisos”, indicó la Presidencia francesa con un llamamiento a la calma para solucionar cuanto antes el contencioso.