Europa Sur

La Línea exige al Gobierno y la Junta planes sociales y de empleo

● Juan Franco alerta de que los incidentes se repetirán si no hay inversión pública ● La Policía Nacional inicia una “investigac­ión depurada” para detener a los culpables ● PSOE y Podemos, contra el estatuto de singularid­ad de la comarca en el Congreso

- J.R.

El barrio de La Atunara amaneció ayer aparenteme­nte como cualquier otro día. La playa de Levante reunía a gente haciendo deporte a lo largo del Paseo del Mediterrán­eo y a grupos de personas que charlaban sentadas en los muros que separan la acera de la arena. Pocos indicios a simple vista hacían pensar que en aquella zona de La Línea se habían vivido escenas de una auténtica batalla urbana el día anterior.

La muerte de dos hombres, ahogados tras abandonar su embarcació­n averiada en las aguas cercanas a dicho barrio, provocó una furibunda reacción de algunos vecinos que acabó en graves disturbios, con cortes de tráfico, incendios y pedradas a las fuerzas policiales e, incluso, a los bomberos.

“Lo que vivimos en el barrio de La Atunara recuerda a situacione­s que vimos hace no mucho, como los disturbios raciales que hubo en Estados Unidos o las situacione­s en Barcelona relacionad­as con la independen­cia. Ver tu ciudad ardiendo, la verdad es que agradable no es”, comenta apesadumbr­ado el alcalde, Juan Franco.

Observando con calma sí que se pueden percibir los desperfect­os ocasionado­s por los vándalos que este lunes llevaron a esa parte de la ciudad al caos. Casi todos los contenedor­es del Paseo de Levante presentan las señales negruzcas que evidencian que hace solo unas horas se encontraba­n en llamas. “Aproximada­mente hay unos 25 contenedor­es quemados, la mitad por la tarde y la otra mitad en la noche. La sensación es que hubo un grupúsculo dando vueltas por distintos puntos de la ciudad quemándolo­s”, explica Franco.

En el asfalto también se aprecian grandes manchas negras ocasionada­s por el fuego de los propios contenedor­es que los alborotado­res arrastraro­n al centro de la calzada para cortar el tráfico. También ardió una parte del restaurant­e La Marina. A su alrededor, algunas personas observaban los desperfect­os del emblemátic­o establecim­iento, que se encontraba abandonado, y otros grupos comentaban tranquilam­ente los sucesos, en una estampa parecida a la película Los lunes al sol en una ciudad que tiene a cuatro de cada diez habitantes con capacidad para trabajar en el desempleo.

Para Franco, el paro tiene mucho que ver con estos sucesos: “Lo de este lunes pasa por lo que pasa, son unos hechos lamentable­s, pero la raíz del problema es social. Tenemos un 42% de paro, una ciudad muy castigada por el tema de la pandemia, al igual que el resto de España, pero también con el tema Brexit y con barriadas que tienen hasta un 80% de paro juvenil. Hay una parte de la población que, al no tener otras oportunida­des laborales, acaban entrando en estas situacione­s mafiosas y delictivas y pasan cosas como esta”.

El regidor linense insiste en la necesidad de poner en marcha un plan social. “Desde 2018 vengo reivindica­ndo un plan especial para esta ciudad que afronte la cuestión social. No tenemos ningún plan de empleo, específico. Con la pandemia parte de la actividad económica, digamos, normal se ha venido abajo y por otro lado la presión policial sobre el narcotráfi­co, que animo a continuar, tiene como consecuenc­ia que el modus vivendi de una parte de la población se corte de raíz”. Lo ocurrido, insiste, “ref leja un trasfondo social que no se está abordando”.

“Aquí hace falta implicació­n de varios ministerio­s y consejería­s”, reclama. “Yo no voy a pedirle al Estado que deje de perseguir delitos, al revés. Pero está claro que mientras sigamos presionand­o a estos señores, que son unos delincuent­es y no los justifico, pero que se están buscando la vida, mientras que no haya ninguna alternativ­a, seguiremos con ese problema”.

Los dos fallecidos se ahogaron cuando presuntame­nte estaban realizando tareas realizadas con el narcotráfi­co, una de las lacras del barrio. Junto a una rotonda y sobre la mediana que separa ambos sentidos de la circulació­n, una goma, como popularmen­te se conoce a las lanchas neumáticas que se utilizan para traer a la costa el hachís procedente de Marruecos, parece estar colocada para recordar quién manda en esa zona de la ciu

dad. “Temo que esta historia se repita. Los que hicieron esto tuvieron una cierta sensación de impunidad”, comenta Franco. Cada cierto tiempo, un furgón de la Policía Nacional pasa, ni rápido ni lento, siendo fruto de furtivas miradas desde algunas esquinas. Por el momento, ninguna persona ha sido detenida.

Los disturbios, que se originaron en el puerto pesquero de La Atunara, fueron in crescendo con la circulació­n a través de las redes sociales y de WhatsApp de mensajes falsos a lo largo de la tarde: “He escuchado audios diciendo que esto ha pasado porque la Policía ha dejado que se ahogaran o han impedido que no sé qué... No creo que haya una mente pensante que estructure toda esta cadena de mensajes, da la sensación de que son individuos aislados pero con las nuevas tecnología­s corren como la pólvora y acaban generando un daño a la ciudad y a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y deberían investigar­se esos mensajes, que no sé si podrían catalogars­e como delito de odio”, expone el alcalde.

Algunas rotondas también se encuentran deteriorad­as. Los vándalos arrancaron este lunes los bloques de cemento que las conforman para, además de cortar el tráfico, lanzarlas contra los agentes de la Policía Nacional y la Local que intentaban dispersar a la muchedumbr­e.

Una torreta de vigilancia también ha quedado afectada por los efectos del fuego, así como la nave que utiliza la delegación de playas para almacenar el material que se utiliza en la costa linense durante el periodo estival, y que además se encuentra muy cerca del centro de salud de La Atunara. “Cuenta con material muy inflamable, como barnices que se estaban usando para la preparació­n de pasarelas o vehículos adaptados. Ha sufrido daños, aún no sabemos cuánto”.

El regidor linense insiste en la necesidad de crear un plan social para la localidad

 ?? M.C.I.C. ?? El restaurant­e La Marina, abandonado desde hace años en la playa de Levante de La Línea, fue pasto de las llamas durante los disturbios.
M.C.I.C. El restaurant­e La Marina, abandonado desde hace años en la playa de Levante de La Línea, fue pasto de las llamas durante los disturbios.
 ?? M.C.I.C. ?? Una parada de autobús dañada por los disturbios del lunes.
M.C.I.C. Una parada de autobús dañada por los disturbios del lunes.

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