Unos 35.000 andaluces han rechazado vacunarse
● La Junta ofrece una cifra que contradice ahora la ofrecida la pasada semana por el responsable de vacunas de la Consejería
La Junta de Andalucía ha ofrecido en apenas cinco días dos cifras diferentes en relación a las personas que han rechazado vacunarse en Andalucía. Ayer, el portavoz del Gobierno andaluz, Elías Bendodo, dio el número de 35.000; la semana pasada, sin embargo, el responsable del programa de vacunación de la Consejería de Salud, David Moreno, se refirió en una entrevista en Canal Sur Radio a aproximadamente un 20% y un 25% de las personas de entre 60 y 67 años que habían declinado hacerlo con la primera vacuna de Astrazeneca, lo que equivale a un número no menor a entre 100.000 ó 150.000 personas.
Tardó Bendodo en responder con exactitud a una sencilla cuestión que le habían trasladado varios periodistas en el transcurso de la rueda de prensa posterior a la reunión semanal del Consejo de Gobierno. Acabó haciéndolo. Son unos 35.000 los andaluces reticentes a administrarse el fármaco inyectable. El problema es que esa cifra oficial no corresponde con el anterior dato oficial proporcionado cinco días atrás por el técnico que sigue a diario la cuestión vacunal y que pertenece al grupo de expertos en la materia del Ministerio de Sanidad. El referido 20%25% de la cohorte de entre 60 y 64 años –545.751 personas, según el recuento oficial– arroja la cifra de 109.150/136.437 andaluces. La diferencia es sustancial, sin contar siquiera con los andaluces con 65, 66 y 67 años que incluyó Moreno. En el grupo etario de sexagenarios andaluces, el porcentaje que ha recibido la primera dosis es del 77,3%.
Para suplir el inconveniente de las personas renuentes a vacunarse y con el objetivo de ir dando salida a las 200.000 dosis, la Junta de Andalucía está presionando al Gobierno central para que dé el visto bueno a completar la pauta con Astrazeneca a los menores de 60 años de profesiones esenciales con la primovacunación y que voluntariamente así lo dispongan.
Anunció Bendodo también que la Administración sanitaria comenzará a incocular dosis de Pfizer y Moderna a los casi 71.000 profesionales esenciales con menos de 60 años que se habían quedado “descolgados” de la campaña después de que el Consejo Interterritorial lo suspendiera como consecuencia de la aparición de escasos pero graves efectos adversos de naturaleza tombrótica. Las personas con menos de 60 años están siendo vacunadas con Pfizer y Moderna –ahora también lo harán con Janssen–; la novedad del anuncio de Bendodo implica que, a partir de ahora, esta población de policías, sanitarios, bomberos y docentes, entre otros, serán vacunados de modo prioritario.
Todo esto sucedió un día en que los datos epidemiológicos y clínicos resultaron dispares. Si bien la incidencia acumulada mantiene una tendencia decreciente –178, casi 30 puntos menos que hace una semana–, se registraron 21 enfermos más con Covid-19 en los hospitales, aunque los pacientes críticos en las UCI fueron ayer 10 menos que en la jornada anterior. Los 54 muertos notificados son el dato más cuantioso en un día desde el pasado 16 de marzo.