Caja Rural del Sur refuerza su modelo de proximidad en plena pandemia
● La asamblea de la entidad aprueba las cuentas de 2020 y fija los objetivos de este ejercicio
La asamblea general de socios de Caja Rural del Sur aprobó ayer por unanimidad las cuentas anuales presentadas por el Consejo Rector de la entidad, las consolidadas del Grupo Caja Rural del Sur y la gestión social a 31 de diciembre del 2020, además de fijar las líneas estratégicas para el actual ejercicio.
Según señala la entidad en una nota, la Asamblea General se celebró de modo presencial siguiendo las preceptivas normas y recomendaciones de las autoridades sanitarias y adoptando todas las medidas necesarias de aforo y seguridad.
En el informe de gestión a la asamblea han intervenido el presidente de Caja Rural del Sur, José Luis García-Palacios Álvarez, así como el director general de la entidad, Guillermo Téllez.
Ambos realizaron un balance positivo del resultado del ejercicio de 2020, a pesar de la gran complejidad del ejercicio marcado por la pandemia, en el que Caja Rural del Sur se volcó al poner todos sus recursos para una atención personalizada a sus clientes con toda la red de oficinas abiertas y adaptadas a las medidas sanitarias y de prevención desde que se inició la crisis sanitaria del coronavirus.
Con este gran esfuerzo desarrollado a lo largo de 2020, la entidad logró un aumento de su fortaleza, solidez y solvencia, tras alcanzar un beneficios de 42,1 millones de euros después de impuestos, e incrementar un 34% su margen de explotación hasta los 87 millones.
“A pesar del prolongado periodo de incertidumbre económica derivado de la pandemia –destacó José Luis García-Palacios Álvarez–, hemos conseguido una notable mejora como resultado de una gestión prudente y rigurosa y un alto esfuerzo de la entidad en este periodo en ser eficientes para lograr las mayores cotas de adaptación”.
La entidad ha trabajado con la intención de mantener sus valores como cooperativa de crédito potenciando su cercanía y proximidad en todo el territorio en el que tiene presencia, atendiendo con su red de oficinas las necesidades de familias, empresas y cooperativas, y con la permanencia física en las áreas que sufren la despoblación y la exclusión financiera y en las que han dejado de estar presentes otras entidades.
La entidad ganó 42,1 millones el año pasado y elevó un 34% el margen de explotación