Reivindicar la bicicleta como medio de transporte alternativo
“La red Eurovelo está muy bien”, reconoce Juan Miguel Solana de la Asamblea Ciclista de la Bahía, pero reclama que los municipios le den más peso a la bicicleta como medio de transporte. Las administraciones consideran la bici como un elemento de ocio o deportivo, según Solana, que piensan más en los ciclistas que salen a carretera, pero “los niños o las personas mayores no son tenidas en cuenta”. Reclama una visión de la bici “para ir a trabajar, como un medio de transporte sostenible”. Sin embargo muchos ayuntamientos, lamenta Solana, venden obras de carril bici como un desarrollo sostenible y luego lo que hacen es quitar espacio a las aceras para ganarlo de carretera. Esos proyectos están financiados en gran medida con fondos europeos, de ahí que considera que falta vigilancia de cómo se gestionan, que consiguen un fin distinto del que en teoría financian. “Una apuesta verde no puede terminar con los coches ganándole terreno al peatón”, argumenta, es necesario crear infraestructuras que supongan realmente un uso del transporte alternativo y sostenible en detrimento de los coches.
La red Eurovelo es un ejemplo de desarrollo positivo porque son tramos conectados que no suponen solo crear un carril bici, sino que van unidos a zonas de descanso, con sombra, habilitados para poder hidratarse, lugares de esparcimiento o vinculados al propio desarrollo turístico con hoteles, casas rurales, restauración... Incorporarse a la red europea garantiza unos estándares que no tienen otras vías. Así, los corredores interiores, por ejemplo, están siendo objeto de polémica, explica Solana, porque se han hormigonado algunas zonas y han provocado las reacciones ecologistas. Sin embargo, ese firme es imprescindible en vaguadas o zonas donde el agua se lleva la zahorra del carril, así como en entradas de fincas o tramos concretos que hacen que el trazado sea perdurable.