Andalucía pondrá la segunda dosis de Astrazeneca de forma voluntaria
Los 259.071 andaluces del personal esencial podrán completar la pauta con el mismo fármaco bajo un consentimiento informado
Fin al culebrón. Desde el 8 de abril, hace ya más de un mes, había 259.071 andaluces con menos de 60 años y pertenecientes a colectivos de profesiones esenciales para el funcionamiento de la sociedad –docentes, sanitarios y policías, entre otros– esperando a saber con qué vacuna iban a completar la pauta después de haber recibido la primera dosis de Astrazeneca. Ayer, al fin, fue resuelto el entuerto. La Consejería de Salud anunció que a partir de la semana próxima comenzará a administrar la segunda
Sanidad insiste en que la primera opción es combinar el fármaco anglosueco con Pfizer
dosis con el mismo fármaco a quienes así lo escojan voluntariamente, bajo la firma de un consentimiento informado.
El Ministerio de Sanidad recordó en cualquier caso que la Comisión de Salud Pública, reunida el martes, ya decidió que es Pfizer la opción para completar la pauta de este personal esencial con menos de 60 años, pero que, dadas las “circunstancias extraordinarias” –dijo la ministra, Carolina Darias–, esa población podrá optar en efecto por Astrazeneca. Sobre este particular, la Consejería de Salud comunicó al término de la reunión del pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud –foro de decisión en el que se citan la ministra y los consejeros autonómicos– de que ha solicitado a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) la información referente a la aplicación de la vacuna de Pfizer como segunda dosis. Al mismo tiempo, explicó Salud en una nota, pedirá que “la ficha técnica” de Pfizer “sea rectificada” en caso de emplearse “de forma alternativa el preparado de Pfizer como segunda dosis”.
El Ministerio, por su parte, en un alarde similar de garantía, señaló que ha remitido al Comité de Bioética una consulta sobre si es aceptable que el personal esencial pueda elegir con qué preparado concluir la inmunización.
El debate sobre la vacunación del personal esencial ha sido el más largo y agrio de los habidos a lo largo de este largo año de pandemia. Ambas posiciones contaban con el respaldo de una cierta evidencia científica, aunque el estudio promovido por el Ministerio de Sanidad para combinar una dosis de Astrazeneca con una segunda de Pfizer ha despertado la crítica de un amplio sector de los investigadores, escépticos con su diseño y metodología. Y, aunque países como Alemania o Francia han optado por mezclar los fármacos, Andalucía y Madrid darán opción al ciudadano en base a las indicaciones de la EMA, la Aemps, una veintena de sociedades científicas y la experiencia británica.