Vox mantiene la incertidumbre sobre la reforma legal para confinar municipios
El éxito de la reforma exprés de la ley andaluza de salud pública impulsada por el Gobierno sigue sin estar claro. La propuesta del consejero de Salud, Jesús Aguirre, a los grupos debe salir adelante en el Pleno de la semana próxima para que tenga sentido, ya que sirve para confinar localidades con altas incidencias de Covid-19 en este momento de desescalada, cuando todavía no hay suficiente población vacunada para contener la pandemia y pueden provocarse brotes relevantes. Como ya avanzó la semana pasada, Vox es el principal obstáculo para que la remodelación de esta norma de 2011 salga adelante por lectura única y entre en vigor la semana que viene. Para ello es necesario el acuerdo de todos los grupos.
Si Manuel Gavira, nuevo portavoz de la formación, comenzó rechazando cualquier norma que limite derechos fundamentales, ayer sumó un nuevo reparo, que los borradores que intercambia con Salud y el portavoz del PP, José Antonio Nieto, “son cada vez más confusos”. Según dijo Gavira, si su partido tiene “dudas” no apoyará la reforma y, por lo tanto, retrasará el proyecto hasta el punto que no tendrá sentido, ya que dentro de cuatro meses es probable que no sea necesario una medida de este calado.
Salud busca blindar la posibilidad de cerrar perimetralmente localidades con la tasa del virus disparada, pero también limitar el derecho de reunión en esos lugares. El objetivo es sortear las negativas de los tribunales, como ya hizo la semana pasada una sala del TSJA de Granada, para poder, como decidió ayer de nuevo el comité de expertos provincial, cerrar Montefrío. El Gobierno andaluz también pidió ayer la clausura de Castro del Río (Córdoba) y La Campana (Sevilla), localidades que ya fueron confinadas con el aval del TSJA en Sevilla.