Luz verde de la UE a los turistas vacunados
● Bruselas aprobará hoy la reapertura de las fronteras para reactivar un sector muy castigado por la pandemia
La UE aprobará formalmente hoy la apertura de las fronteras a los viajeros de terceros países completamente vacunados o de aquellos con una situación epidemiológica favorable. En concreto, se permitirá la entrada de quienes se hayan vacunado con los fármacos autorizados por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) –Pfizer-BionTech, Moderna, Astrazeneca y Janssen–, así como las aceptadas por la OMS, entre las que también se encuentra la china Sinopharm.
Los viajeros deberán demostrar que se han inoculado el fármaco 14 días antes de entrar a territorio comunitario y las personas vacunadas ya no tendrán que someterse a algunas de las restricciones actuales a la movilidad.
También se permitirá la entrada a los ciudadanos de países con una incidencia acumulada en 14 días de 75 casos por cada 100.000 habitantes. No obstante, se implantará un “freno de emergencia” para poder luchar contra la cepas del SARS-CoV-2, de tal forma que si una se detecta en un tercer país, la UE deberá restringir los viajes.
Hoy se permite la entrada a los viajeros de siete países terceros: Israel, Australia, Nueva Zelanda, Ruanda, Singapur, Corea del Sur y Tailandia, mientras que los desplazamientos desde China están sujetos a la reciprocidad de Pekín.
Mientras, las negociaciones de las instituciones europeas para aprobar el certificado digital que facilite los viajes entre los ciudadanos de la UE siguen en curso.
Paralelamente, la propuesta de Estados Unidos de levantar las patentes de las vacunas se tradujo en un choque ideológico en la Eurocámara, donde conservadores y liberales quieren proteger la propiedad intelectual, mientras que socialdemócratas, verdes e izquierda reclaman la suspensión de esos derechos.
La Comisión Europea defendió que “el acceso universal y justo a las vacunas tiene que ser la prioridad de la comunidad internacional” y que el método más efectivo es “aumentar la producción”. Bruselas no se opone al debate de liberalizar los derechos de los fármacos en el seno de la Organización Mundial del Comercio (OMC), pero insiste en que “esto va a llevar tiempo”, dijo Dombrovskis.
Bruselas quiere que se eliminen las restricciones a las exportaciones, como las que aplica EEUU, aumentar la producción y distribución de excedentes de vacunas a países pobres a precio de saldo y utilizar las “flexibilidades” existentes para que más plantas fabriquen fármacos. La postura de la Comisión coincide con la de Alemania, país del laboratorio BionTech,
que ha desarrollado la vanguardista tecnología de ARN mensajero de la vacuna que produce la multinacional estadounidense Pfizer, pero difiere de la que sostienen Francia, Italia o España.
“Se expropiaría un largo trabajo de investigación y la llave de investigaciones futuras”, dijo Esteban González Pons (PP). También los liberales de Renovar Europa creen que retirar los derechos de protección intelectual “no responde a la urgencia del momento”, afirmó el rumano Dacian Ciolos. Esos grupos suman 422 escaños de los 705 asientos.
Frente a esa postura mayoritaria se posicionó la socialista Iratxe García Pérez, líder del segundo grupo de la Eurocámara, quien defendió que Europa es un “ejemplo de solidaridad” en exportación de vacunas que contrasta con EEUU, que “han retenido toda su producción”. Los Verdes recordaron que la investigación de los fármacos se ha financiado en gran parte con dinero público y señalaron que “la vacuna se tiene que considerar un bien común mundial y los precios no pueden quedar en manos de tres o cuatro farmacéuticas”.
Choque ideológico en el Parlamento Europeo sobre las patentes de las vacunas