La Guardia Civil se lleva la lancha del padre de las niñas desaparecidas
Los agentes volvieron a registrar el martes con la ayuda de perros su vivienda en Tenerife
Agentes de la Guardia Civil han izado a tierra y se han llevado en un remolque la embarcación de Tomás Antonio G.C., padre de Anna y Olivia, las niñas desaparecidas hace 22 días, para someterla a una nueva revisión, previsiblemente con la ayuda de dos perros adiestrados para hallar restos orgánicos.
La previsión, según trasladaron a Efe fuentes de la investigación, es que a lo largo de la jornada de ayer fuesen registrados el coche y el barco en el que el padre fue visto por última vez antes de que se le perdiera el rastro.
En esa embarcación la Guardia Civil halló en un primer registro restos de sangre, que resultaron ser del padre, y se percató de que no llevaba ancla.
En el lugar en el que fue hallada la lancha, vacía y a la deriva, los equipos de rescate localizaron flotando en el agua una silla de retención infantil.
La Guardia Civil está a la espera de autorización judicial para incorporar a las labores de búsqueda un sonar y un robot submarino cedidos por el Instituto Español de Oceanografía.
Esos mismos perros rastrearon el martes la vivienda y la finca de Tomás sin que se encontrasen pruebas concluyentes.
Ésa la quinta vez que la Guardia Civil registraba la vivienda en la que supuestamente Tomás estuvo con sus hijas apenas hora y media antes de que las cámaras de seguridad de la Marina de Tenerife, en el puerto de Santa Cruz, lo grabaran entrando solo con su coche en estas instalaciones.
Allí, un vigilante de seguridad lo vio descargar en su embarcación varias maletas y bolsas.
Tras una primera incursión en el mar, la Guardia Civil lo propuso para sanción por infringir el toque de queda, entonces fijado en Tenerife a las 23:00, y en la inspección de la lancha no vio nada sospechoso. Por entonces la madre aún no había denunciado la desaparición de las niñas.
Luego, el padre se hizo otra vez a la mar y se le perdió definitivamente el rastro.
Pendiente de la evolución de las investigaciones está la madre de Anna y Olivia, que ha divulgado un nuevo escrito a través de las redes sociales en el que afirma que ya no tiene “fuerzas” y que la espera y la incertidumbre son una “tortura”.
Beatriz Z. señala que también ella quiere “desaparecer” y que no le “salen casi las palabras”, pero así y todo llama a no “rendirse” y a seguir compartiendo las imágenes de sus niñas “por todo el mundo”. “No olvidemos que la perseverancia y continuidad es lo que logra finalmente los resultados. Sé que todos tienen sus vidas pero, ¿se imaginan que gracias a todos los esfuerzos las encontremos? Todos juntos podemos si actuamos como una gran familia”, concluyó.