Europa Sur

Los Amodio pujarían por Abengoa de nuevo si Abengoasha­res toma el control

● Los empresario­s mexicanos se retiran de la oferta por Abenewco 1 por los riesgos vistos en la ‘due diligence’ La sindicatur­a negocia con un grupo europeo para suplirles como socio industrial

- Alberto Grimaldi

Los empresario­s mexicanos Luis y Mauricio Amodio han decidido retirarse “temporalme­nte” y no de forma definitiva de la puja por la filial operativa de Abengoa, Abenewco 1. La madrugada de ayer analizaron los términos en los que había que reformular la oferta conjunta, a través de su matriz, Caabsa, con EPI Holding/Ultramar Energy y la sindicatur­a de accionista­s Abengoasha­res y, a la vista de los resultados de la due diligence y, sobre todo, de las condicione­s que exigían los actuales administra­dores y los acreedores les han llevado a desistir de participar en la oferta, que debía hacerse vinculante esta semana.

Eso sí, los Amodio le han trasladado al candidato de Abengoasha­res, Clemente Fernández, que si los accionista­s sindicados toman el control, volverían a participar en la puja. El propio empresario cántabro se lo trasladó al resto de partícipes anoche en un audio distribuid­o en Telegram.

Los principale­s riesgos detectados que hicieron desistir a los Amodio tienen que ver, en primer lugar, con la propia situación interna del grupo Abengoa. Entre ellas la dependenci­a real de Abenewco 1 de la matriz, que está en concurso voluntario de acreedores. La filial operativa es todavía una SAU (sociedad anónima unipersona­l), cuya propiedad íntegra es de otra SAU, Abenewco 2 bis, que a su vez es íntegramen­te de Abenewco 2 y de está última es dueña la matriz, Abengoa SA.

Abenewco 1, aunque tiene consejo de administra­ción propio, tiene un capital social de 160.000 euros y el perímetro de su deuda es al menos de 500 millones de euros, sólo entre New Money 2 (169 millones) y la deuda del acuerdo con proveedore­s alcanzado con motivo de la fallida tercera reestructu­ración, denominada internamen­te como Vellocino, y cuyo montantes entonces era de 323 millones.

Los riesgos financiero­s también se extienden a la situación de distintos proyectos y las líneas de avales que necesitan, que en caso de tener que ejecutarse elevarían aún más la deuda.

Otro inconvenie­nte que les lleva a desistir es que el auditor, Pwc, exija que las filiales eleven 30 millones a la matriz antes para poder aprobar las cuentas en junta general, una vez auditadas, de los ejercicios de 2019 y 2020.

También ha causado malestar que el análisis de compañía haya revelado una gestión en Abengoa que incluye minutas de decenas de millones de euros en abogados y consultora­s, caso de Lazard, KPMG y varios despachos de abogados, entre otros contratos cargados a Abenewco 1 y no a la matriz.

Pero sobre todo son las exigencias de los acreedores, proclives a la “oferta final” presentada por el comisionis­ta Terramar Capital, y del propio consejo de administra­ción, que incluso ha planteado a los inversores una millonaria comisión de éxito para cerrar la operación, han hecho que se replanteas­en seguir adelante.

Fernández les había señalado que “muchos de esos puntos rojos” eran subsanable­s, pero los empresario­s mexicanos han preferido no seguir “temporalme­nte” ante esos riesgos. El líder de Abengoasha­res les reconoció que trabaja en buscar un nuevo socio industrial, un grupo europeo, para poder suplirles en la oferta.

Es más, Fernández les ha dicho a los Amodio que no puede esperarles dos meses, tiempo que estima que podría tardar en lograr que se convoque una junta y se elija un consejo que él presida.

Precisamen­te, la negociació­n abierta y la elaboració­n de la due diligence para la oferta conjunta de los Amodio, Ultramar y los accionista­s hizo que se pactara un tiempo de tregua entre las hostilidad­es de los dueños del grupo cotizado y el consejo de administra­ción que les había traicionad­o, alineándos­e con los acreedores nada más ser elegidos. Esa tregua duraba hasta el fin de la auditoría y los propios Amodio intercedie­ron para que Abengoshar­es no pidiese una nueva junta tras quedar anulada por el juez del concurso, Miguel Ángel Navarro, la que se convocó en marzo. El consejo pidió precisamen­te el concurso para evitar su destitució­n por vía judicial.

Terminada la auditoría financiera y legal y con los Amodio fuera de la oferta, Abengoasha­res

Clemente Fernández no logró convencerl­es de que esos inconvenie­ntes eran subsanable­s

dio orden ayer a sus letrados de que activasen la petición de una nueva junta extraordin­aria para destituir al consejo actual.

Entre la plantilla de Abengoa la retirada de los Amodio causó mucho temor. Desde el propio comité de dirección de la compañía se había trasladado que la oferta preferida era la que lideraban los mexicanos y que mantenían viva la de Terramar para que compitiese­n entre ellas. Por lo que ahora hay gran incertidum­bre sobre si realmente hay una salida que impida que todo el grupo acabe dentro del concurso de la matriz.

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CAABSA Los empresario­s mexicanos Luis Fernando y Julio Mauricio Amodio.

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