Alemania reclama prudencia en la desescalada
La incidencia a la baja en el conjunto de Alemania permite avanzar en la desescalada a las puertas de un fin de semana largo de Pentecostés, con las terrazas de nuevo abiertas en Berlín desde ayer y otros levantamientos graduales de las restricciones en todo el país. Así, la incidencia acumulada en siete días bajó hasta 67,3 nuevos contagios con coronavirus por cada 100.000 habitantes, con 55.987 nuevos positivos en una semana y una cifra estimada de 173.500 casos activos, según el Instituto Robert Koch (RKI) de virología. Su presidente, Lothar Wieler, destacó ayer en una rueda de prensa para evaluar la situación en el país que la incidencia “retrocede de manera continuada” en todos los estados federados y también en todas las franjas de edad y prácticamente todos los distritos presentan asimismo cifras por debajo de 100. Aun así, advirtió, las cifras de contagio siguen siendo “demasiado elevadas” y será necesario que la población inmunizada llegue a más del 80% para tener el virus bajo control. Wieler pidió a la población cumplir con las medidas de higiene y distanciamiento, que hasta el momento ofrecen una “protección básica”. “No permitamos que el virus vuelva ahora a imponerse sólo por querer demasiado”, dijo, y agregó que sin medidas, el coronavirus volvería ahora mismo a propagarse con rapidez.