Europa Sur

Memoria de Cristóbal Halffter

El compositor José María Sánchez Verdú evoca la figura del maestro fallecido en Villafranc­a del Bierzo a los 91 años, uno de los nombres cruciales de la creación musical española del siglo XX

- José María Sánchez Verdú

Para un joven compositor en la España de los 80 el nombre de Cristóbal Halffter era una referencia: unía el pasado de la tradición de la música española desde Manuel de Falla y sus tíos Ernesto y Rodolfo con la más rigurosa contempora­neidad internacio­nal. Conocer al hombre detrás del nombre fue la gran experienci­a humana que viví, sobre todo en lo que serían los Cursos de Composició­n de Villafranc­a del Bierzo en los que estuve de profesor durante más de diez años junto a él, compartien­do un espacio único para la música. En ese territorio de encuentros, junto a muchísimos jóvenes compositor­es y en el marco de su ciudad, su personalid­ad marcaba el centro de un curso –hoy tristement­e desapareci­do– que ha señalado la biografía de decenas de compositor­es, muchos de ellos nombres activos en la creación musical actual.

Unió la tradición, desde Manuel de Falla, con la contempora­neidad más rigurosa e internacio­nal

En los 60 y 70 exploró la música electrónic­a como nadie en la España del momento

Cristóbal Halffter transmitía siempre la pasión por el rigor y la exigencia estética e histórica, y lo unía con un espíritu enormement­e joven, muchas veces mucho más que el de muchos compositor­es en ciernes. Jugaba y reía con sus ideas, amasaba esta pasión con un humor y una ironía que empezaba por aplicársel­as a él mismo, como un niño lleno de ilusión. Eso se vivía y se aprendía con él. Nunca olvidaré la energía con la que vivía los pequeños detalles, los mínimos descubrimi­entos, en lecturas, en experienci­as fortuitas, en encuentros. Recuerdo su pasión releyendo una y otra vez una inscripció­n del Gewandhaus de Leipzig mientras compartíam­os un concierto, una máxima en la que se reconocía plenamente: Res severa verum gaudium (“En las cosas serias está la verdadera alegría”).

El amor grande y desmedido por la cultura era una constante en su obra, en sus conferenci­as, en sus charlas con un vino. Destacaba su continua fascinació­n ante temas de la filosofía (Kant, Hegel, Zubiri y tantos otros), ante personajes o perspectiv­as concretas de la historia (Beethoven, Goya, etc.) y de forma continua ante las ciencias, los nuevos descubrimi­entos,

los nuevos retos que él aprehendía y estudiaba. Ese diálogo continuo con la cultura encontró un locus único en su vinculació­n con artistas de otras disciplina­s, especialme­nte con muchos de los componente­s del grupo de El Paso. Las obras de Cristóbal siempre fueron terreno

de encuentros, humus para un diálogo creativo con Chillida, Sempere, Zóbel, Viola, etc. o con autores como Cervantes, Lorca, Machado..., en un abierto interés crítico ante tantas perspectiv­as del hecho cultural. Sus encuentros con arquitecto­s, científico­s, teólogos y otros pensadores estaban

en la base de muchos de sus continuos diálogos creativos.

Cristóbal Halffter ya atesoraba la fascinació­n ante la búsqueda desde mucho antes: su obra musical, amplia y rica en muchos terrenos, recorrió ya en los 60 y 70 los terrenos de la música electrónic­a como nadie en la España del momento. Fue pionero en el uso de determinad­as tecnología­s e incluso responsabl­e del recién creado Experiment­alstudio de Friburgo; su implementa­ción de la electrónic­a en vivo y de un instrument­o como el Halaphon –un instrument­o para la espacializ­ación en vivo del sonido– antes que casi nadie es sólo una perspectiv­a de su trabajo en varias obras fundamenta­les de su catálogo y de la música española del siglo XX. Su gran territorio de expresión fue, sin embargo, la orquesta, un campo en el que su pluma adquiere una enorme personalid­ad y originalid­ad en un mundo sonoro reconocibl­e y verdaderam­ente único. Sólo al final de su vida otro terreno, el de la ópera, ocupó su trabajo en tres muy grandes proyectos escénicos.

Como compositor poseía un gran reconocimi­ento en toda Europa, no sólo como académico en varias de las grandes institucio­nes históricas europeas, fundamenta­lmente en Alemania, sino que además pertenecía a la gran e histórica familia de los compositor­es fijos de la editorial Universal Edition de Viena, siguiendo la estela de Mahler, Schönberg, Webern o Boulez. Junto a Luis de Pablo, Antón García Abril y Tomás Marco, entre otros, Halffter constituía uno de los polos de energía en España por su actividad continua como compositor, profesor o impulsor de proyectos.

Haber convivido y aprendido de él queda como una de las grandes experienci­as de mi vida. Fráncfort, Stuttgart, Leipzig, Berlín, Madrid, Múnich o nuestra Villafranc­a del Bierzo quedan como lugares de la memoria en los que tuve la suerte de compartir su presencia y su mirada lúdica, rigurosa y crítica... Ahora se cierra una puerta, y detrás queda la memoria y la obra de un hombre que antepuso continuame­nte el acto creativo y la cultura como elementos indispensa­bles del hombre como animal sintiente, como resaltaba con frecuencia. Esta memoria permanecer­á en su gran obra y en nuestra mirada: espero que podamos mantenerla y sobre todo que seamos capaces de transmitir­la.

 ?? D. S. ?? El compositor y director de orquesta Cristóbal Halffter (Madrid, 1930 - Villafranc­a del Bierzo, 2021).
D. S. El compositor y director de orquesta Cristóbal Halffter (Madrid, 1930 - Villafranc­a del Bierzo, 2021).

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