EL KAMIKAZE
NO sólo es que Iván Redondo, como ha dicho literalmente, esté dispuesto a tirarse por un barranco por su presidente, Pedro Sánchez, es que nos quiere tirar a todos los españoles por él. Y ya tiene fecha. Todo a punta a que los políticos presos independentistas podrán bañarse este verano en las piscinas de sus lujosas casas. Esa frase de supuesta lealtad que pronunció con orgullo en su comparecencia en la Comisión parlamentaria desde su posición de secretario del Consejo de Seguridad Nacional, delata nuestro más temido futuro y es a lo que el asesor de Sánchez llama “valentía”. Está retorciendo en conciencia el significado de valentía con la irresponsabilidad de tirarse al vacío. Sobre todo por una persona de dudosa integridad cuya fama que le precede es la de los plagios y las constantes mentiras. Últimamente se le acumulan los fracasos en sus famosas estrategias de gurú admirado que rayan el ridículo. Aún corretea por nuestra memoria la apisonadora tratando de aplastar las armas de ETA, su aparición en el futuro anunciando cómo iba ser el 2050 o el descuento de días para que empiece la inmunidad de grupo. A Ivan Redondo se le ha subido a la cabeza su responsabilidad desoyendo a quienes
Si quieren saber qué tiene en la cabeza Pedro Sánchez escuchen a Iván Redondo
le advierten del respeto que hay que tener hacia el Estado. Se está tomando su asesoría como un juego en el que no respeta ninguna norma protegiéndose en frases con las que intenta justificar sus actos acusando de vieja a la Constitución porque ya tiene 40 años. Indultar a los políticos condenados por sedición, malversación y desobediencia por el procés de independencia de Cataluña es un acto que está siendo definido y criticado incluso por personas más que autorizadas del PSOE, de antes y de ahora. Ese PSOE sanchista, según Ivan Redondo, se está abriendo paso hacia “un país joven, moderno, plural y dinámico, sin hipotecas, y –sigue Redondo– nos abriremos paso con él”. Es decir , rompen amarras con las leyes institucionales, con la Constitución, con el Estado de Derecho, contra el Tribunal Supremo, contra la Democracia que garantiza nuestra seguridad, porque el gurú piensa que para eso están, para reventarlas mientras les interese mantenerse en la presidencia del Gobierno. Si quieren saber qué tiene en la cabeza Pedro Sánchez escuchen a Ivan Redondo. Atentos a cuando terminen las primarias socialistas en Andalucía porque esa valentía de la que alardea Ivan Redondo será un suicidio, cual kamikaze que, ciego por la soberbia, conduce a toda velocidad en dirección contraria, despreciando los avisos de todos los que van de frente dándole con las luces para advertirle de su inminente muerte.