Europa Sur

“La luz va a ser más cara para los servicios de atención al público”

LUIS GUERRERO GÓMEZ

- Ana Sánchez Ameneiro

–Con el cambio en la factura eléctrica, España cumple lo que marca Europa.

–A instancias de la directiva europea200­9/72/CE sobre normas comunes para el mercado interior de la electricid­ad, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competenci­a (CNMC) aprueba esta normativa en enero de 2020. La CNMC fue creada en 2013 por el Gobierno, pero no se le dio esta competenci­a hasta el Real Decreto de 2019 (RD 1/2019). Ahora los peajes competen a la CNMC y los cargos, al Gobierno. La aplicación de esta nueva factura eléctrica se ha ido retrasando desde 2020. La discrimina­ción horaria se va a revisar cada seis años.

–¿Cómo hemos tardado más de 10 años en trasponer esta directiva europea?

–Creo que no ha influido el color político. En cada país hay cambios que cuestan más trabajo. Creo que ha sido más una cuestión de falta de voluntad por cumplir los requisitos técnicos para la nueva factura. Vamos a una armonizaci­ón de tarifas eléctricas en todos los países de la Unión Europea. El objetivo es desplazar la demanda de electricid­ad a franjas del día donde la saturación de la red es menor.

–¿Qué diferencia hay entre los cargos y los peajes?

–El peaje sufraga los gastos de las actividade­s de transporte eléctrico y distribuci­ón por toda la red eléctrica nacional. Hay meses que esa parte regulada va a ser más cara y otros, más barata. Hasta ahora los peajes valían lo mismo de enero a diciembre. Los cargos eléctricos de sistema son costes, cobertura del déficit de años anteriores, compensaci­ón y sobrecoste­s de territorio­s insulares, etc.

–¿Qué destacaría de la nueva facturació­n eléctrica?

–Lo primero es que introduce de forma obligatori­a la discrimina­ción horaria para consumidor­es domésticos con potencia contratada igual o inferior a 15 kW, que son entre 19 y 20 millones de

Los electrodom­ésticos que más gastan, la lavadora y el lavavajill­as, los puedo programar para la noche”

usuarios y deben tener cierto ahorro. Si son capaces de cargar sus consumos evitando esas 8 horas punta, le sacarán más ahorro a esta nueva facturació­n. Las horas más caras (de 10:00 a 14:00 y de 18:00 a 22:00) lo son tres veces más que ahora. Las más baratas (de 00:00 a 08:00 de lunes a viernes, fines de semana y festivos) lo son mucho más, como siete veces. A partir de ahora hay que atender bien al momento del día en que consumes electricid­ad e intentar trasladar el uso de electrodom­ésticos a la noche. Otra cosa buena del cambio es que fomenta el autoconsum­o.

–¿En qué sentido fomenta el autoconsum­o?

–El consumidor puede instalar una placa fotovoltai­ca y en lugar de costarle 133 euros la luz en las horas centrales del día, paga 0. Es mucho más rentable. La inversión de 6.000 euros en una instalació­n de este tipo tardará menos tiempo en amortizars­e.

–¿Y los hogares que ya tenían discrimina­ción horaria?

–Somos 10 millones de consumidor­es los que ya teníamos esa discrimina­ción horaria. En este caso la nueva facturació­n eléctrica nos perjudica porque hay horas en las que pagábamos muy poco y ahora vamos a pagar

más que antes durante el día y la noche.

–En los comercios, empresas, pymes e industrias la cosa cambia bastante...

–Sí, porque ya funcionaba­n obligatori­amente con discrimina­ción horaria al tener potencia contratada superior a 15 kW, pero ahora les suben los precios. A un restaurant­e, un centro médico o cualquier servicio de atención al público la factura le va a subir porque su actividad se desarrolla en las horas centrales del día, con la electricid­ad más cara. Hay clínicas sanitarias a las que la factura les sube de 5.000 a 10.000 euros al año, centros deportivos que pagarán un24%más, una planta potabiliza dora un 27% más, etc. Se trata de un sobrecoste alto que pueden trasladar a medio plazo a los precios de sus productos. Es un cambio importante.

–¿Qué recomienda para ahorrar luz?

–Como la noche es muchísimo más barata, adecuar ciertos consumos en estas horas o fuera de las más caras. La segunda residencia en fin de semana va a tener un consumo baratísimo. Y de los electrodom­ésticos, los que más gastan son la lavadora, el lavavajill­as, el horno y la vitrocerám­ica (unos 2.000 W cada uno de ellos), y luego van el microondas (1.000 W) y el frigorífic­o (300 W). Los aparatos de lavado los puedo programar para la noche. En la iluminació­n se recomienda cambiar a led y en el aire acondicion­ado ser consciente de las horas que lo pones.

–¿Hay otras medidas pendientes para seguir abaratando el coste de la luz?

–A lo mejor se podría tratar de abaratar los peajes y los cargos. Y, respecto al coste de la energía, fomentar la instalació­n de renovables, que tienen un coste de generación de energía bastante más bajo que otro tipo de centrales como las de ciclo combinado que funcionan con gas.

–¿El precio marginal de la energía puede bajar?

–El sistema marginalis­ta funciona en la mayoría de países de nuestro entorno. Supone que las energías más caras marcan el precio de la electricid­ad en cada hora. No está previsto que cambie.

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