Navantia llama a la calma ante el retraso del BAM-IS y pide “paciencia”
● El director de Navantia Bahía de Cádiz no da fecha para la firma de ejecución y asegura que se hará en las mejores condiciones ● El comité de empresa de Puerto Real mantiene las protestas
El director de Navantia Bahía de Cádiz, José Antonio Rodríguez Poch, mandó ayer un mensaje de tranquilidad referente al futuro del Buque de Acción Marítima de Intervención Subacuática (BAM-IS), cuya orden de ejecución se está retrasando, provocando las movilizaciones de los trabajadores del astillero de Puerto Real en los últimos días.
En una visita a Puerto Real, donde participó junto a la alcaldesa, Elena Amaya, en la plantación de nuevos árboles en la calle Ancha, Rodríguez Poch manifestó que “la construcción del BAM-IS es una realidad pero hay que tener un poco de paciencia. Queremos tener un barco firmado en las mejores condiciones para ambas partes, que sea un buque emblemático y queremos hacer las cosas bien”, dijo.
No quiso el director de los astilleros en la Bahía aventurarse a lanzar una fecha para la firma de la ejecución para no caer en errores, máxime cuando “no es algo que depende solo de nosotros, cuando dos partes se sientan en una mesa depende de muchas cosas”.
Desde el convencimiento de que el Buque de Acción Marítima de Intervención Subacuática llegará más pronto que tarde, Rodríguez Poch mira al futuro a corto plazo con las nuevas oportunidades de diversificación en la que ya se está trabajando porque “aunque el BAM-IS es una realidad no supone la capacidad máxima del astillero”.Ha insistido Así, insistió en que en el horizonte de la compañía están las más de 40 ofertas en distintas partes del mundo y con distintas opciones, y “que se tienen que consolidar en el tiempo, algunas con opción directa en el 2022 o 2023”.
De hecho, Navantia ya está realizando estudios de carga de capacidad porque “es muy posible que si llega todo aquello que se prevé podríamos tener incluso problemas de capacidad. Ojalá sea así”, dijo el presidente para finalizar.
El presupuesto del buque asciende a 200 millones de euros, de los que 167 corresponden a los trabajos de Navantia, y el resto a la compra de equipos de exploración submarina y revisiones, según recoge el plan estratégico. Para la Bahía de Cádiz supone una carga de trabajo de 1,3 millones de horas durante tres años y medio. En este periodo se generarían 1.115 empleos anuales, entre directos, indirectos e inducidos. De ellos, casi 160 serían empleados directos de Navantia, otros 290 de la industria auxiliar y 665 puestos de trabajo generados por suministradores.
Poco después de asumir la dirección del astillero Bahía de Cádiz, José Antonio Rodríguez Poch avanzó el pasado mes de marzo que la puesta de quilla del BAM-IS se produciría en el primer cuatrimestre de 2022. Pero la falta de noticias sobre la firma de la orden de ejecución inquieta a la plantilla, pese a que el proyecto cuenta con una partida de 53,4 millones de euros a cargo de los Presupuestos Generales del Estado de 2021.
El futuro BAM-IS deberá dar servicio a la nueva familia de submarinos S-80, que Navantia fabrica en el astillero de Cartagena y cuyo desarrollo acumula un notable retraso, aunque ya se ha puesto a flote al primer ejemplar. El BAM-IS sustituirá al Neptuno, un barco construido en 1975 y que se encuentra al final de su vida útil, en la función de operar como buque de salvamento y apoyo en las operaciones de rescate de submarinos.
Las movilizaciones arrancaron el pasado viernes y se prolongarán al menos durante las próximas dos semanas, según la presidenta del comité de empresa, Marga Forné. “Estamos realizando movilizaciones como actos de protesta por los retrasos en la firma de la Orden de Ejecución del BAM IS. Este hito es imprescindible para avanzar y comenzar las obras del buque”, señaló Forné el pasado viernes, que advirtió que la factoría se quedará “a cero” el próximo mes de octubre.
Las acciones de protesta se han repetido a lo largo de la semana. Precisamente, el consejero de Transformación Económica, Rogelio Velasco, se vio obligado a suspender este miércoles una visita al Centro de Fabricación Avanzada (CFA), que se alojará de forma provisional en una nave cedida por Navantia dentro del astillero de Puerto Real. La cancelación se debió a que los trabajadores de la factoría se manifestaron por el interior del astillero hasta concentrarse en la puerta de la nave, precisamente donde Velasco tenía previsto atender a los medios para anunciar que el CFA estaría listo a lo largo de 2022. La presidenta del comité aprovechó ayer la visita a Cádiz del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, para entregarle una carta recogiendo las reivindicaciones de los trabajadores del astillero.
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