Moreno y Marín descartan que la crisis en Granada afecte a la Junta
● El vicepresidente arropa a Salvador y el presidente aboga por el cambio ● El PSOE descarta apoyar al alcalde y le pide que dimita
Los socios del Gobierno andaluz están convencidos de que la crisis en el Ayuntamiento de Granada no retumbará en San Telmo. Fue Juan Marín, vicepresidente de la Junta y líder andaluz de Ciudadanos, quien dejó claro que el terremoto que hay alrededor del todavía alcalde, Luis Salvador, no provocará temblores en el Ejecutivo autonómico al tratarse de un caso “puntual”. Fuentes de la Presidencia confirmaron después la versión de Marín y excluyeron cualquier repercusión en el Gobierno.
Hay coincidencia en la estabilidad, pero no en qué ocurrirá finalmente con el regidor granadino, que dirige el Consistorio con el único apoyo de un concejal de Ciudadanos tras la salida del equipo municipal de los ediles del PP y otros dos adscritos a la formación naranja. Marín, como el portavoz nacional de su partido, Edmundo Bal, bendijeron ayer la continuidad de Salvador, mientras que el propio Juanma Moreno abogó por el cumplimiento de los acuerdos. Esto significa que el presidente aspira a que se ejecute el pacto verbal alcanzado a principios del mandato y que establecía que Salvador debe dejar la vara de mando a los dos años de recibirla para dar paso a un concejal del PP.
Estos posicionamientos se conocían al mismo tiempo que el alcalde de Granada insistía en que no tiene voluntad de dejar el cargo, pero tampoco de dirigir la ciudad con el único apoyo de su otro concejal. Salvador dijo que buscaría apoyos en otras fuerzas del Consistorio, pero su llamamiento no cosechó éxito entre los aludidos. Ni el PSOE, que fue la fuerza más votada en las elecciones de 2019, ni la coalición de Podemos-IU, se mostraron favorables a sostener al político de Ciudadanos en el Ayuntamiento.
Los secretarios de Organización del PSOE en la provincia y en la ciudad de Granada, Álex Casares y Jacobo Calvo, fueron quienes rechazaron esta posibilidad. Calvo descartó totalmente gobernar con Salvador. Subrayó que no van a formar parte de “una pantomima” y añadió que “con él no vamos ni al tranco de la puerta”. No aclaró qué movimientos harán los socialista, que no descartan ningún escenario, pero siempre partiendo de una premisa: la dimisión del alcalde para que Francisco Cuenca pueda volver a liderar el Consistorio.
Los siete concejales del PP –el octavo, Sebastián Pérez, dejó el partido hace días y comenzó así esta vorágine– comparecieron para sacar pecho por los dos años de gestión municipal. El edil Luis González aseguró que cargaron “con las áreas más importantes y difíciles que no quisieron en Ciudadanos” y las sacaron adelante con mucho éxito, mientras que el portavoz, Cesar Díaz, pidió la dimisión al alcalde para que después les devuelva el voto en un pleno de investidura. que acabe con un regidor del PP. Díaz fue muy duro con Salvador, al que acusó de estar “más pendiente de la foto que de preouparse por la ciudad”, de no tener “el más mínimo liderazgo” y de no cumplir “con sus compromisos”.